BRUJULA CIUDADANA Los primeros cien días de Donald Trump | Page 15

1) G rupos
de poder y resistencias civiles
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procurará suministros de compañías estadunidenses, pero se topa
con el hecho de que sus funcionarios ponen mayor énfasis en los
negocios personales que en el interés nacional.
Con la ratificación de Neil Gorsuch por parte del Senado como el
noveno juez que integra la Suprema Corte de Estados Unidos, Trump
le apuesta a romper el empate de cuatro liberales contra cuatro
conservadores en el máximo tribunal. La impronta de este nuevo juez
se hará sentir a favor de los conservadores en temas cruciales para
la sociedad estadunidense como la inmigración, el aborto, el control
de armas, el cuidado del medio ambiente, la política de drogas, el
matrimonio del mismo sexo; es una apuesta a ‘remodelar’ las reglas
básicas de la convivencia cotidiana de la sociedad estadunidense.
Y finalmente, no hay que menospreciar la continua presencia de Donald
Trump en los medios de comunicación y en las redes sociales, que le facilita
controlar el ciclo de noticias y dominar el escenario político. Trump dicta la
agenda del día con sus tweets mañaneros, sin importar si éstos son fundados
y verídicos. Su obsesión por estar bajo los reflectores lo lleva frecuentemen-
te a contradicciones y retractaciones, pero con ello ha logrado un objetivo
fundamental: ser el eje del ‘show’, el centro del espectáculo. Todo lo que
escuchamos en las noticias gira en torno a Trump todo el tiempo. Eso es
precisamente lo que él busca: nutrir su egocentrismo sin límites, haciendo
de su persona el mensaje y el contenido de su gobierno. Como decía el rey
francés Luis XIV, el Estado soy yo: ¿acaso la democracia liberal en Estados
Unidos está dando paso a la autocracia Trump? Aquellos que le apuestan
a los pesos y contrapesos del sistema político estadunidense tienen razón
para estar preocupados.