BRUJULA CIUDADANA Las redes de la corrupción | Page 9
1) L os
retos del
SNA
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El CPC es un órgano colegiado con facultades de vigilancia y promo-
ción de proyectos para impulsar las políticas para frenar la corrupción.
Una de sus facultades principales es solicitar al Comité Coordinador
del SNA la emisión de exhortos públicos cuando algún hecho de
corrupción requiera de aclaración pública de parte de una autoridad
competente. La apuesta aquí es que la autoridad moral del CPC dote
al exhorto de fuerza para lograr una respuesta activa y pronta de la
autoridad involucrada. Ese será el gran correctivo.
De otro lado, quien preside el CPC de manera rotativa y por un año, tiene
funciones y retos propios por estar al frente del Comité Coordinador del
Sistema. De tal suerte, aunque no todas las actividades del CPC son res-
ponsabilidad de los cinco integrantes (cuatro de ellos forman la Comisión
Ejecutiva que está encargada de elaborar, entre otras cosas, las propuestas
de políticas para que las desarrolle el Comité Coordinador), el CPC tiene
una identidad propia y común que es su origen y compromiso con los in-
tereses de la ciudadanía.
La responsabilidad de que funcione el SNA no es sola-
mente del Comité de Participación Ciudadana, porque
el diseño organizativo del sistema es justamente el
de una instancia de coordinación entre autoridades
que tienen competencias diversas en el combate a la
corrupción. Sin embargo, la novedad de este modelo
reside en la intervención de un órgano ciudadano
con responsabilidad pública, pero sin vínculos con
el aparato gubernamental. A ello se debe que buena
parte de las expectativas que ha suscitado el SNA esté
centradas en lo que sea capaz de impulsar el CPC.