BRUJULA CIUDADANA La reconstrucción en un marco de solidaridad | Page 67

65 riencias de los otros . En Coyoacán , los daños habían sido casi nulos salvo el triste caso de la escuela de monjas y los hoteles en Calzada de Tlalpan . Los esqueletos de los edificios , cuales árboles chamuscados que no florecieron en primavera , aparecieron ante mis ojos varios meses después . Posteriormente comenzaron los simulacros , la cultura de prevención , la información de qué y qué no hacer . Lo extraordinario se volvió rutinario .
3 . Crónicas sobre jóvenes y brigadistas

65 riencias de los otros . En Coyoacán , los daños habían sido casi nulos salvo el triste caso de la escuela de monjas y los hoteles en Calzada de Tlalpan . Los esqueletos de los edificios , cuales árboles chamuscados que no florecieron en primavera , aparecieron ante mis ojos varios meses después . Posteriormente comenzaron los simulacros , la cultura de prevención , la información de qué y qué no hacer . Lo extraordinario se volvió rutinario .

Un lustro después entré a la Facultad de Arquitectura . Por los pasillos se contaban historias , cada 19 de septiembre , de arquitectos famosos e importantes que habían visto desaparecer su obra … y con ello su fama . Los profesores de construcción y proyectos que se esforzaban en enseñarnos a “ construir bien ”, con el Reglamento-Biblia en mano . Mientras nos explicaban , qué había fallado , cómo había sido el sismo , qué se había modificado en normas de construcción , ellos mismos trataban de entender en qué se habían equivocado . Nunca faltó el comentario envenenado que apuntaba el dedo con la palabra estigma de la “ corrupción ”, pero ahora , años después , al evocar esas tristes figuras como fantasmas que arrastraban los pies de una culpa , estoy segura que no solo fue aquello … la ignorancia no culpable y los límites del comportamiento de los materiales son campos de exploración continuos . El concreto armado , rey del pasado siglo XX , no deja de sorprendernos y de demostrarnos que no es tan eterno como nos prometieron en el siglo XIX … Treinta y dos años después vivimos la prueba de ello . Ahí nos equivocamos nosotros , los que tratamos de enseñar algo a nuestros alumnos , al prometerles que si hacíamos las cosas bien no podían fallar . Pero eso no explica las razones de edificios colapsados , salvo casos muy específicos , que no “ debían de fallar o ya eran sobrevivientes de muchos temblores ”. Sí y no .
Del simulacro a la realidad …
Aquella mañana del 19 de septiembre de 2017 , aproveché la clase de 9:00 para apelar a la memoria a esta nueva generación que no había nacido en 1985 . La cantaleta anual , junto con el ritual del simulacro , les daba francamente flojera . Para ellos era algo tan lejano como para mí el sismo de 1957 cuando el “ Ángel ” - Victoria Alada voló …. Salí con mi grupo a las 11:00 para realizar en orden la evacuación del edificio , ante el anuncio de la alarma sísmica y las indicaciones de los profesores encargados de protección civil , ataviados con chalecos reflejantes y silbatos . Ese rito anual , acompañado de los sonidos y murmullos , se antojaba más como un conjuro que nos salvaría de cualquier desastre futuro . El sentido , en realidad , se torna como una especie de fiesta para perder minutos