BRUJULA CIUDADANA La reconstrucción en un marco de solidaridad | Page 65

3. C rónicas sobre jóvenes y brigadistas 63 CRÓNICAS CATÁRTICAS 19-9 Elisa Drago Quaglia Investigadora T.C. CIAUP/FA/UNAM E xisten cientos de historias y experiencias en torno al te- rremoto ocurrido en México el pasado 19 de septiembre de 2017. Cada una se ha vuelto un ritual humano y centro de conversación en las últimas semanas. A modo de catarsis sirve también para espantar nuestros propios temores, nuestros demonios y nos hace partícipes de algo mucho más grande que tiene que ver con esa fuerza colectiva, tejedora de me- morias, que luego de la anécdota –trágica o cómica según la propia experiencia- se traducirán en números fríos, datos duros y material de interpretación científico. Cada experiencia tiene su antes, su durante y su después y, además, desde los territorios de la arquitectura debe, está obligada, a una mirada mucho más allá del después del después. Cada camino es distinto, aunque nos amal- game una experiencia que simula ser común. Es desde esa riqueza de la perspectiva de miradas que hoy empiezo a narrar, desde una muy personal experiencia de vida, lo que significó estar, parcialmente, por los pasillos de la Facultad de Arquitectura y tratar de entender este fenómeno social, casi instintivo y de sobrevivencia de especie, que se ha ido diluyendo con las semanas. Los recuerdos de hace 32 años El antes de nuestra historia personal, decía, nos define en nuestro comportamiento fu- turo. Mis recuerdos del terremoto de hace 32 años son difusos. Aquel 19 de septiembre de 1985 yo era una adolescente que estaba en un convivio, con la escuela, fuera de la Ciudad de México. En el Estado de Morelos sentimos la sacudida mis compañeras y yo, pero no logramos dimensionar la magnitud