BRUJULA CIUDADANA La reconstrucción en un marco de solidaridad | Page 63
3. C rónicas
sobre jóvenes y brigadistas
61
y Puebla y nos pusimos en contacto con
las redes de la aplicación de Zello de los
ciclistas y motociclistas de la CDMX. Una
noche, uno de los líderes de Verificado19s
pedía desesperadamente que alguien con-
siguiera discos de 14 pulgadas para mo-
tocortadora de concreto. Diez minutos
después una chica los tenía y verificamos
el envío de inmediato. Una hora después
habían rescatado a alguien de entre los
escombros en alguno de los 40 edificios
que se fueron cayendo al pasar los días.
Ese día se aplaudió muy fuerte.
Logramos verificar el envío de material para
perros rescatistas desde Atlanta en con-
versaciones con contactos de alto nivel en
el consulado, surgidos de nuestros mensa-
jes en Facebook. Diseñamos un proceso de
entrenamiento basado en infografías con
plumón sobre cartulina para los voluntarios
que seguían llegando. Un día, llegó una joven
que estaba desempleada. Su perrito se había
quedado ciego durante el sismo. Logró por
fin sentirse útil ayudando a mover los víveres
desde Lago Tanganica 67 a diferentes puntos
de la ciudad. El dueño de una flotilla de Uber
nos prestó 50 unidades durante todo un día.
Durante las llamadas con gente cada vez
más importante poco a poco fui realizando
que los millenials de Verificado19s estaban
reconstruyendo los puentes de confianza
entre la gente socialmente responsable. Estas
jovencitas de universidad privada estaban
logrando canalizar enormes volúmenes de
ayuda y coordinar niveles de logística envi-
diables. Con grupos de WhatsApp, formas
de Google, un Excel colaborativo y llamadas
ilimitadas, en dos semanas se logró desarro-
llar un proceso eficiente de verificación y
coordinación logística en el cual la sociedad
civil confiara. Periódicos y canales de televi-
sión venían a vernos mientras aplaudíamos
de igual manera el envío exitoso de una torta
en bici o de un camión de 29 toneladas que
había que llenar para Oaxaca y que salía al
día siguiente en la madrugada. Después de
cada envío exitoso cerrábamos el grupo con
“quedan todos #Verificados.”
Fue impresionante ver cómo una sociedad
altruista como la de la CDMX, combinada
con las tecnologías de la información y hordas
de millenials motivados con sus computa-
doras, cámaras y los GPS de sus Smartpho-
nes, demostraron que los mexicanos y las
mexicanas podemos ser muy eficientes para
responder a un desastre, siempre y cuando
exista un intermediario que verifique que no
haya corrupción. Todo esto alrededor de
un gobierno en el que la gente ya no confía.
Bastó con unas fotos, un grupo de WhatsApp
y un manejo transparente de la información
para que enormes cantidades de ayuda se
canalizaran de manera eficaz.