BRUJULA CIUDADANA La reconstrucción en un marco de solidaridad | Page 6
Brújula Ciudadana 93
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1) No existen desastres naturales.
Existen fenómenos naturales de diversas características y diversa
magnitud; así como es natural la lluvia o el viento son, también natu-
rales los sismos, los huracanes, las inundaciones, los deslizamientos
de suelo, las erupciones volcánicas y, yendo al extremo, la aparición o
desaparición de un planeta. Aceptar los desastres como algo natural
lleva a asumir posiciones pasivas de resignación y a reacciones sociales
admirables, pero poco efectivas cuando el desastre ya ocurrió.
2) Los desastres ocurren por la presencia del hombre
y, en consecuencia, se pueden prever casi en su totalidad me-
diante dos mecanismos: el primero realizando las acciones ne-
cesarias para que el desastre no ocurra y el segundo prepa-
rándonos oportuna y adecuadamente para cuando ocurra.
Traducido lo anterior en términos de política pública, tenemos que
garantizar, por una parte, que se cuenta con el conocimiento profundo
del comportamiento de la naturaleza para proponer el uso del suelo y
la intensidad de este uso, de tal manera que se defina la localización de
las actividades humanas y los edificios que las albergan con base en estas
consideraciones y no en función del interés del mercado inmobiliario.
Lo anterior requiere un vínculo estrecho entre la investigación
científica en muy diversas disciplinas y la planeación territorial,
la que a su vez tiene que considerar la participación de la socie-
dad en un proceso continuo en el que los diversos grupos que la
conforman puedan manifestar sus intereses diversos pero legíti-
mos y tomar parte en la toma de las decisiones que les afectan.
En la coyuntura en que está por aprobarse el Progra-
ma General de Desarrollo Urbano parece convenien-
te una revisión con base en las consideraciones anteriores.