BRUJULA CIUDADANA La reconstrucción en un marco de solidaridad | Page 54

Brújula Ciudadana 93 52 cupulares de los hombres de negocios cerrar su momento Odebrecht (hacer visible la activa cultura empresarial de la corrupción para lo- grar licitaciones, concesiones y contratos) y abrir el libro limpio del Fideicomiso de Fuerza México. Enrique Krauze hizo pública la nece- sidad de una instancia de notables que evitara el uso corrupto (entiéndase, político) de los recursos destinados a las víctimas del sismo. El Consejo Coordinador Empresarial creó el fideicomiso Fuerza México con el apoyo de Hacienda. Una ONG regiomontana exi- gió una sola bolsa de recursos que mezclara los públicos y privados. La Media replicó la exigencia. El PAN y el Frente Ciudadano se sumaron a ella. Grupos selectos de acadé- micos y comunicadores la validaron. En una impresionante ofensiva de ideas, capitalizaron la desconfianza ciudadana hacia Peña Nieto, su gobierno y el PRI hasta lograr que las ca- bezas de la República aplaudan, faciliten y les donen. Las elites empresariales mexicanas ganan un round impresionante dado su largo historial de corrupción en los negocios públi- cos (privatizaciones, salvamentos bancarios, de deudas en dólares, de obra pública, de daños sociales y ambientales). Y con el gesto sereno de la virtud, con una mano acumulan el capital simbólico de la confianza necesaria en una situación de crisis, mientras que, con la otra, conjuntan el capital a secas para preparar un Buen Fin inmobiliario. En tres décadas, le expropiaron al Estado los bienes materiales, ahora en un mes le expropiaron la gestión de la “res pública” en situación de emergencia para moldearla a su favor. ¿Alguien se da cuenta? Renace la fractura México, miembro de varios clubes de na- ciones ricas, pasea y presume su calidad de “potencia media”, porque su orden de vi- sibilidad mediática esconde la pobreza. En esa cultura del ocultamiento, la magnitud social del sismo se mide, como vimos, en el escenario -por fortuna- poco afectado de su mayor ciudad global. Se valora a ojo de empresario sin contabilizar los daños de los mundos productivos, sociales y ambientales que sólo puede afrontar una res pública sana. Las dos naciones se consolidan en sus dife- rencias: unas en la prosperidad de las zonas norteñas y del centro occidente, y otras, las del centro sur, atrapadas en la pobreza. Pero sobre todo se volverán a fundir en un abrazo recolonizador. El espectro de los partidos políticos comparte este sentido común de la cultura hegemónica. La ventaja competitiva mexicana como marca país, defendida a capa y espada en la actual negociación del TLC, reside en sus brazos y recursos naturales baratos. Ese centro-sur, que inicia en Iztapalapa y recorre costas y alti-