Brújula Ciudadana 95
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debido al ambiente tan hostil y xenofóbico
que ha generado la llegada del presidente
Donald Trump.
El voto latino en Estados Unidos, y el de los
mexicanos en particular, ha cobrado mucha
fuerza en los últimos años y en algunos mo-
mentos ha tenido impactos significativos en
el entorno político del vecino país del norte.
En ese sentido, sería importante también
que la clase política mexicana volviera sus
ojos hacia los mexicanos en el exterior y
los reconociera como un gran aliado para
construir un nuevo proyecto de país, consi-
derando todas sus contribuciones y el papel
fundamental de las remesas que envían año
con año a sus familias en México.
Dichos envíos se han constituido en una
de las fuentes generadoras de divisas más
importantes para el país, solo seguida de las
exportaciones de la industria automotriz y
del sector agroalimentario. Como señala
Francisco Alvarado en su texto, los flujos
por concepto de remesas constituyen una
fuente primaria de ingreso para millones
de personas, quienes las destinan al pago
de servicios básicos como renta, alimenta-
ción o servicios como agua y luz. También
son importantes sus contribuciones para el
desarrollo de distintas comunidades rurales
en el país.
Por esta y otras razones, promover el voto
de los mexicanos residentes en el extranjero,
principalmente en Estados Unidos, significa
reconocer sus derechos y también incorpo-
rarlos en las decisiones de las políticas públi-
cas. Tenemos que reconocer que la población
mexicana no está constituida exclusivamente
por quienes habitan nuestro territorio, pues
también forman parte de ella aquéllos que
han cambiado temporal o permanentemente
su residencia para vivir en otro país.
La jornada del 1 de julio 2018 puede marcar otro paso en
la votación desde el extranjero para que se reconozcan
las aportaciones de la diáspora mexicana en diversos
ámbitos de la sociedad transnacional y se le abran espacios
suficientes para que sean parte de las decisiones
que se toman en México.