BRUJULA CIUDADANA El TLC más allá de las mesas de renegociación | Page 31

2. U n TLCAN bajo la égida de T rump 29 Nuevos actores privados nacionales y ex- tranjeros pueden invertir, producir, asociarse con las “Empresas Productivas del Estado”, construir infraestructuras, transportar y distri- buir bienes y servicios energéticos, exportar e importar en la industria energética que escojan, todo eso salvo en la nuclear que queda exclusivamente para el Estado. Los diversos actores participantes están sujetos a ciertas regulaciones; falta demostrar aún la fortaleza de las instituciones y comisiones de regulación creadas con las reformas o fortalecidas supuestamente con ellas. Un tema de negociación probable será acercar su desempeño a sus similares de los otros dos socios, en particular a las de Estados Unidos. ¿En qué situación queda entonces el sector energético? ¿Se integra automáticamente al tratado y a sus condiciones? ¿Se negocia- 17 Ésta es la opinión de, por ejemplo, John McNeece III, abogado de negocios internacionales y actualmente Senior Fellow of Practice en el Center for U.S. – Mexican Studies (conversación personal, 13 de septiembre de 2017). 18 Outer Continental Shelf: parte del Golfo de México bajo jurisdicción del gobierno federal de Estados Unidos, es decir, las tierras sumergidas, el lecho marino y el subsuelo, en los cuales rige el federal leasing system. En el plano internacional existen convenciones sobre diversos aspectos de las plataformas continentales (Véase: Commission on the Limits of the Continental Shelf – CLCS. http://www.un.org/depts/los/clcs_ new/clcs_home.htm) 19 El mencionado desastre, que tuvo lugar en la parte estadunidense del Golfo de México, en el “Prospecto Macondo” operado por BP, se inició con la explosión e incendio de la plataforma Deepwater Horizon. Entre muchas de las causas se encontraron graves carencias de parte del organismo regulador, lo cual dio lugar a nuevas disposiciones para regular el acceso a los recursos por parte de las compañías petroleras. Véase: A. de la Vega Navarro, “Desastre en el Golfo. rá esa integración? Para algunos, al abrirse plenamente el sector energético y quedar integrado al libre movimiento de mercancías y de capitales, no hay nada qué negociar: el tratado y sus condiciones aplican automática e íntegramente 17 . Desde esas perspectivas, las reformas son un hecho irreversible e incluso se utilizan para presionar y lograr más ventajas en el propio Estados Unidos. Un ejemplo: en el North America Energy Forum 2017 que orga- nizó el Wilson Center el pasado 27 de sep- tiembre, en Washington, D.C., el presidente de The National Ocean Industries Association (NOIA), Randall B. Luthi, sostuvo que dada la continuidad de las reformas energéticas en México, los productores de petróleo y gas es- tadounidenses pueden considerar invertir en nuestro país, si no se abre más la Plataforma Continental Exterior 18 del suyo a sus activi- dades de exploración y producción. Lo que se encuentra en el fondo de esa posición es el rechazo a regulaciones que se consideran excesivas por parte del gobierno de Estados Unidos, sobre todo después del desastre de Macondo y el subsecuente derrame de petróleo 19 en aguas del Golfo de México en 2010.“Esto pone a México en una posición bastante interesante”, dijo Luthi en ese Foro, considerando seguramente que todo está más abierto en México, con menos regu- laciones o capacidad para hacerlas cumplir.