BRUJULA CIUDADANA El PND 2019-2024 y el federalismo | Page 18
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Pero los proyectos de infraestructura, como
la refinería Dos Bocas, son un despropósito a
la hora de pensar en las necesidades actuales
y un nuevo paradigma de desarrollo. En el
mismo sentido, el Tren Maya y el corredor
Transítsmico, ambos con el propósito de
generar empleos en la región sur del país y
evitar la migración al crear oportunidades de
empleo, dejan de lado, que, al ser una de las
zonas con mayor biodiversidad del planeta, se
prioriza a corto plazo el bienestar económico
de las poblaciones, pero se deja de lado el
esfuerzo de conservación de especies como
el jaguar, un pilar necesario en el desarrollo
del ecosistema de la región.
Según el mismo informe de Oxfam, incluso
pensando que la redistribución de la rique-
za beneficiaría a los más pobres, como se
plantea en un modelo posneoliberal pero
extractivista, serán necesarios entre 123 y
209 años para que todas las personas (del
planeta) vivan con más de 5 dólares al día,
siendo necesario aumentar 175 veces la pro-
ducción y consumo actuales, un escenario
ambientalmente insostenible, pues supone
los recursos de al menos unos 7 planetas.
Al no cumplir con las consultas previas, li-
bres e infomadas para el desarrollo del Tren
Maya ni con estudios de impacto ambiental
previos a su anuncio, está claro que el tipo
de desarrollo seguirá siendo de explota-
ción de los recursos incluso cuando hay ya
señales de alarma a nivel mundial que nos
advierten que hay que girar bruscamente a
otra dirección antes de caer directamente
al vacío. Es nuestro papel generar acciones
encaminadas a disminuir los efectos y las
pérdidas por la crisis global ambiental y, al
mismo tiempo, garantizar que las comunida-
des, de por sí afectadas por la desigualdad
y la pobreza, tengan opciones de resiliencia
y buen vivir.
Es evidente que, ante las crisis sociales inmediatas, se
deja de lado una que es la más importante: la vida
en el planeta. La Cuarta Transformación no puede
ser sin el respeto al medio ambiente y el desarrollo
sustentable, y eso significa replantear y hacer ambi-
ciosa la política energética y de infraestructura que
se ha proyectado en el Plan Nacional de Desarrollo
2018-2024.