BRUJULA CIUDADANA Derechos de la población mexicana en el exterior | Page 26

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Si bien es cierto que los hombres han ju-
gado un papel fundamental en el proceso
migratorio, debemos recalcar que las mujeres
tienen actualmente una participación crucial
porque las condiciones, primordialmente
económicas, que las impulsan a trasladarse
fuera de México tienen un impacto mayor
en la estructura familiar, puesto que confor-
me han dejado de estar constreñidas a un
liderazgo masculino se han convertido en
migrantes por elección y en las protagonistas
de la economía familiar.
Ya era crucial el papel de las mujeres al que-
darse en sus comunidades de origen. Su for-
taleza para mantener unida a la familia a pesar
de la distancia es incuestionable, su habilidad
de administrar y complementar los recursos
que las remesas proveen tampoco admite
dudas ni reproches, pero las apretadas con-
diciones económicas y el crecimiento de su
autonomía han ido generando un patrón que
las ha puesto en un papel mucho más activo
al decidir seguir al esposo o por su propia
cuenta integrarse a las filas de empleadas o
jornaleras mexicanas en los campos esta-
dounidenses, por eso digo que el llamado
sueño americano tiene el sello cada vez más
determinante de las mujeres,
Tomando también mi experiencia en la
presidencia de la Comisión de Igualdad de
Género y no discriminación del IEPC Jalis-
co estoy convencida de que en las mujeres
migrantes podemos depositar un mensaje
valioso que seguramente será replicado
con mayor sensibilidad: el ejercicio del
voto como un vínculo indisoluble con su
país de origen, el voto como la posibili-
dad de generar una agenda que amplíe las
condiciones para que la migración no sea
obligada ni referida como fuga de talentos,
sino como posibilidad de desarrollo, el
voto como contacto con su comunidad de
identidad primera, el voto como condición
de igualdad política asumida y ejercida
con libertad, y por qué no decirlo, el voto
como una herramienta para combatir la
violencia y la inseguridad que a muchas
las expulsó fuera de su comunidad. Los
organismos electorales y de participación
ciudadana debemos incrementar nuestros
esfuerzos para quienes se han ido buscan-
do un sueño que muchas veces se ha vuelto
desesperanza. Por eso en el ejercicio del
voto debemos consolidar para las mujeres
migrantes una herramienta de poder, de
esperanza y de cambio.