BRISA JUNIO 2014 | Page 11

Algunos consejos son los siguientes

1. Utiliza el Plato del Bien Comer. Esta herramienta es fantástica para los niños y las niñas, pues al ser tan gráfica aprenden rápidamente a dividir los alimentos en grupos y a cuidar sus porciones de acuerdo a los colores del semáforo (verde para verduras y frutas, amarillo para los cereales y rojo para alimentos de origen animal y leguminosas). Deja que pidan los alimentos y enséñales con la imagen a qué grupo pertenecen, así como las porciones. Cuida que coman al menos un alimento de cada grupo en sus comidas para lograr una alimentación correcta.

2. Haz ejercicio con tus hijos e hijas. Los padres deben involucrarse en las actividades de los chicos y las chicas para motivarlos. Salgan a andar en bicicleta, a correr o a practicar un deporte y así también favorecerán la convivencia familiar. Recuerda que de acuerdo a la OMS, los niños y jóvenes de 5 a 17 años tienen que practicar como mínimo 60 minutos diarios de actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa2.

3. Cocinen juntos. A los niños y a las niñas les encanta estar cerca de sus padres en la cocina, por eso haz que participen y mientras preparan platillos nutritivos, les puedes enseñar por qué utilizas tal o cuál alimento, para qué sirve en nuestro organismo y cuáles deben evitarse o consumir con moderación y las causas, esto les ayudará mucho a identificar las propiedades de los alimentos.

4. Promueve el consumo de agua natural. Si en casa hay bebidas gaseosas o azucaradas, las ingerirán, sin embargo, si sólo hay agua natural a su alcance entonces se acostumbrarán a consumirla. Este hábito aprendido desde la infancia les servirá mucho para evitar el consumo de altas concentraciones de azúcar en sus bebidas y controlar fácilmente su peso durante las etapas posteriores de su vida.

5. Evita compensar con comida. Cuando ellos o ellas hagan algo bien y se quiera reforzar su comportamiento, se debe buscar un acercamiento afectivo más no un premio como dulces o comida rápida. También es importante que las horas de comida sean un momento de interacción familiar, ya que esto favorece una relación alimentaria sana donde el niño pueda distinguir su hambre y su saciedad3.

6. Sé un buen ejemplo de hábitos saludables. Los niños y las niñas deben ver que sus padres llevan un modo de vida saludable y con una alimentación correcta, así lo ven normal y se adecúan a ese estilo de vida con mayor facilidad4.

Ayuda a que los niños y las niñas tengan hábitos saludables para que aprendan una actitud positiva respecto a su persona y al mundo que les rodea, con ello mejorarán su salud y tendrán siempre calidad de vida.