ALBAH SON SOID
Como verás, ser muy estudioso no es suficiente para
encontrar las respuestas a las preguntas que nos hacemos acerca de Dios. Sin embargo, estas respuestas
existen y es el mismo Dios el que las da.
Por eso...
¡TENEMOS QUE ESCUCHAR A DIOS!
Dios quiere hablarnos y que nosotros le
escuchemos, pero a veces nuestros oídos están cerrados hacia él o estamos
distraídos con muchas otras cosas.
Así como esta niña tiene sus ojos vendados y no puede ver, el pecado es como una
venda que ha cegado nuestras mentes y
nos impide comprender a Dios. Es necesario que él quite la venda para que podamos comprenderle y conocerle.
¡JUGAMOS!
Con nuestros oídos:
Todos los jugadores menos uno formarán un círculo tomados de la mano. Un niño estará en el
centro con los ojos vendados. A la señal la rueda comienza a girar y el niño debe dirigirse a ella.
Cuando toca a alguno la rueda detendrá su marcha. El indio descubrirá el nombre,escuchando la
voz ; si no acierta seguirá en el centro y si acierta pasa al centro el que fue identificado.
Con nuestros ojos:
Se coloca sobre la mesa o el suelo el conjunto de objetos y se cubren de la vista de los participantes. El coordinador descubre los objetos por espacio de 1 minuto, permitiendo que observen
sin tocar, los vuelve a cubrir e intentarán hacer una lista de lo que vieron. Gana el que tiene la
lista más completa.
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