Brillaré en 2º Brillaré en 2º definitivo | Page 164

EL HOMBRE RICO QUE FUE UN GRAN NECIO Un día Jesús estaba enseñando a una gran multitud que se había acercado para oirle. Después de terminar vino un hombre y le dijo: “Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia que dejó nuestro padre.” Pero Jesús rehusó dejarse enredar en la egoísta pelea de ellos. Le dijo: “Yo no soy juez o repartidor de propiedades.” Cuando aquel hombre se hubo ido, Jesús se volvió a Sus discípulos que habían oído la conversación, y les dijo: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Luego, para ilustrar su significado, les contó esta historia: “La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis cosechas?” Ni se le ocurrió dar algo a los pobres, ni dar gracias a Dios por su prosperidad. En lugar de esto, prosigue el Señor, dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros viejos, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe y regocíjate.” Pero Dios se desagradó porque aquel hombre pensaba sólo en sí mismo. Y Dios le dijo: “Necio, esta noche va a terminar tu vida. Después que te hayas ido, ¿De quién serán todas estas cosa que llamas tuyas? Con esta historia, Jesús enseñaba que a la vista de Dios la verdadera riqueza no consiste en lo que un hombre recibe sino en lo que da. 162