Brillaré en 2º Brillaré en 2º definitivo | Page 162
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Trepadora era lo que algunas Ardillas llamaban una “usurera”. Eso quiere
decir que prestaba nueces con un gran interés de veinte por cliente, que las
debía pagar al año siguiente, con diez más como interés. Así, su provisión crecía
y crecía de año en año, hasta que ya no le quedó más lugar para todas sus
nueces. Todos los huecos de su árbol estaban tan llenos que ya no cabía más,
pero no se sentía satisfecha.
“El año que viene voy a encontrar un árbol más grande para guardar mis
nueces”, se dijo a sí misma. Y así lo hizo. Encontró un nogal junto al lago.
Trepadora encontró un gran hueco entrando por la puerta que el señor y
la señora Pájaro Carpintero habían horadado en el árbol. Cuando llegó, ellos
estaban recogiendo paja para hacerse un nido.
Cuando volvieron, Trepadora se había aposentado. No sólo echó a los
Pájaros Carpinteros fuera, sino que también se apropió del exterior. No dejaba
que ningunas otras Ardillas recogieran nueces de su árbol, incluso se enfadaba
con los Pájaros que sólo querían posarse en la fresca sombra de las ramas y
cantar.
“¡Podríais hacer caer algunas nueces!, dijo ladrando; y los echó fuera.
Así que, cuando llegó el invierno, Trepadora tenía su enorme árbol
abarrotado de muchas nueces, pero muchas más de las que necesitaba.
“Tómalo con calma”, se dijo a sí misma cuando el viento comenzó a silbar
y la nieve a caer. “Tómatelo con calma, Trepadora y disfruta. Tienes suficientes
nueces guardadas para varios inviernos. Otras Ardillas podrán estar hambrientas
y sufriendo frío, pero no tú.”
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