book Percy Jackson y La Maldicion del Titan | Page 115

Miré a Zoë. —¿Es verdad que tú sabes adónde tenemos que ir? Tenía la cara tan blanca como la niebla. Me señaló al otro lado de la bahía, más allá del Golden Gate. A lo lejos, una montaña se elevaba por encima de las primeras capas de nubes. —Al jardín de mis hermanas —contestó—. Debo volver a casa.