Portafolios “ZALATHIEL VARGAS”
PORTAFOLIOS
Presentación por parte del maestro Carlos Monsivais QEPD
ROAR! Y WHAM! EN LAS FÁBULAS DE ZALATHIEL VARGAS
Carlos Monsivais
-Extracto-
… Zalathiel Vargas (a quién llamaré en adelante ZV!, con el signo de admiración que lo asemeje a la onomatopeya)…
…Colores vivos: verdes, rosas, azules. Proposiciones físicas: aletas como axiomas, bocas que expulsan y engendran seres, el
espacio del desmembramiento orgánico. Proposiciones teóricas: La realidad como una inmensa, eterna, magnífica fábula. ZV!
Se nos presenta ataviado de fabulista en la reverenc ia a una doble tradición. Las Mil y una noches de Esopo, Lafontaine o Iriarte,
y las peripecias estremecedoras del comic más reciente, italiano, francés o norteamericano. La fábula en la pintura: la pintura
“literaria”. El peligro para ZV! es real y no minimizable: ¿Querrá usar el arte como púlpito para una larga predicación de los riesgos del futuro? ¿Estaremos ante una obra minada y trasminada por moralejas, por sutiles y premiosas recomendaciones finales?
La amenaza de lo “literario” (comillas de prevención ante los consejos) se desvanece por la energía estrictamente pictórica, el
ascenso en cuadros o dibujos de un afán artístico que, sin negar o disminuir un gusto narrativo, lo incorpora a la luz desmedida
y al color exuberante. Lo “literario” cede sus comillas y actúa ya como fuerza derivada, el ámbito de lo imaginativo donde se
produce y se instala la imaginación pictórica.
…. La Civilización ha producido –además de su propia y reverencial mayúscula– el espacio tecnológico que, de inmediato, se
ha poblado de sus propias y brutales naturalezas muertas. Y sus precisas y categóricas convenciones visuales. ZV! es consciente
de la inutilidad de cómo batir el futuro con la nostalgia y está cierto de que aun el sueño más idílico ha sido penetrado y amueblado por las series de televisión.
…Las afinidades ahorran las descripciones y ZV! se afilia a una tradición: aquella que elige desintegrar las convenciones imperantes para integrarlas a continuación en un inesperado y enérgico ordenamiento. ZOOM! La obsesión por la ciencia. ZOOM! La
obsesión por el incumplimiento de los finales felices. El arte fantástico se renueva y aparece –en los sobreentendidos de ZV!–
una cultura popular cuyo sedimento y cuyas raíces son las pistolas de rayos desintegradores y la insistencia de las cámaras de TV
que sustituyen la vigilancia de Dios.
… SCHLAP! Las fábulas como llamadas de atención al cuadro o al dibujo y el cuadro o el dibujo como parte sustancial de la
fábula. Nosotros, pobres y benévolos espectadores, hemos sido agredidos en los últimos años por el desfile impío de industrializadores del surrealismo con sus elaboraciones domesticadas y apacibles, donde el sueño es un discreto relator de malos cuentos
y en donde los paisajes oníricos se exhiben como las tibias praderas del lugar común. ZV! no recurre a estos “procedimientos surrealistas” porque, adicto a los sueños de la razón, desconfía de las ordeñas subfreudianas. Lo galáctico y lo cósmico se vinculan a
través de la expiación de la máquina, de las prolongaciones concebibles de los deseos y apetencias de la tecnología. ZV! fabulista, sigue creyendo en el fervoroso don de los relatos para convocar y educar las angustias, las profecías y los recursos ensoñadores del espectador. El elige sus ofertas pictóricas: otras naturalezas exangües, otros paisajes urbanos, otros personajes, otras
situaciones. Se efectúa la conspiración que vincula objetos y partes orgánicas ya en pleno desenvolvimiento autónomo. Los
dedos espían mientras alguien, voraz, ya los acecha. En medio de la babel de turbinas un foco eléctrico permanece como testigo
de cargo. La realidad sólo es contemplable a través de los lentes. La realidad sólo es contemplable a través de la irrealidad.
CLAP CLAP RIIIIING!
En ZV! se funden la obsesión por la ciencia, el amor por el cuento de hadas cibernéticas, el moralista que es lector con luz propia,
el admirable dibujante, la imaginación preservada y conspirativa. En él la fantasía se extiende como un ojo solitario para mejor
definir la humanización de los volcanes, el amorío incestuoso de los robots y la atención desgarrada del espectador. ZOOOM!
Carlos Monsivais