Termina el semestre, recibo las últimas calificaciones y la satisfacción que siento es inmensa, avanzo a cuarto semestre. Ahora podré dormir sin la sensación de urgencia por enviar las actividades, revisar las fechas de entrega que marca el programa de actividades y leer los recursos que los tutores nos proporcionan. Pero, estoy tan habituada a los desvelos que termino por evocar el inicio de esta aventura.
Mi hija (estudiante universitaria) conocía mi sueño de estudiar Psicología, cuando se enteró de la publicación de la convocatoria me dijo: Te voy a registrar para el concurso de selección, tú puedes pasar el examen. Me sorprendió que confiara tanto en mí y me sentí comprometida. ¿Presentar y aprobar el examen de admisión? Parecía una tarea inalcanzable.
Durante el curso propedéutico advierto mi poco conocimiento de los recursos (TIC) que necesito para el estudio de la modalidad en línea, pero las actividades realizadas, me llevan a adquirir poco a poco las habilidades requeridas e integrarme al sistema digital del SUAyED. Arranca el primer semestre ¡Qué emoción ingresar a plataforma y conocer a los tutores y compañeros! Participar en los foros de discusión, integrar equipos con compañeros de diferentes partes del país y del mundo, recibir retroalimentación de las actividades y sobre todo el acompañamiento de los profesores es de gran ayuda para obtener buenos resultados. Cada semestre las actividades son más complejas parece que no voy a poder realizarlas, debo ajustar horarios, planear actividades personales, laborales y escolares, autorregularme. Adaptarme a las exigencias de los tutores que con cada actividad, me llevan a conocer la aplicación de las diferentes áreas de la psicología. Pertenecer al sistema SUAyED de la UNAM no es tarea fácil, requiere de un enorme compromiso, disposición para el estudio, ser flexible al cambio, desarrollar habilidades en el uso de las herramientas tecnológicas e interactuar con los compañeros en los trabajos por equipos. A los desvelos (causa de esta remembranza).
Todo ha valido la pena, me siento orgullosa de mi crecimiento académico y personal, de ser universitaria y de tener un futuro prometedor contrario a lo que se esperaba en el pasado para personas que cumplen 50 años.
Lidia Arce Villamares
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Mi experiencia en SUAyED
Durante el curso propedéutico advierto mi poco conocimiento de los recursos (TIC) que necesito para el estudio de la modalidad en línea, pero las actividades realizadas, me llevan a adquirir poco a poco las habilidades requeridas e integrarme al sistema digital del SUAyED. Arranca el primer semestre ¡Qué emoción ingresar a plataforma y conocer a los tutores y compañeros! Participar en los foros de discusión, integrar equipos con compañeros de diferentes partes del país y del mundo, recibir retroalimentación de las actividades y sobre todo el acompañamiento de los profesores es de gran ayuda para obtener buenos resultados. Cada semestre las actividades son más complejas parece que no voy a poder realizarlas, debo ajustar horarios, planear actividades personales, laborales y escolares, autorregularme. Adaptarme a las exigencias de los tutores que con cada actividad, me llevan a conocer la aplicación de las diferentes áreas de la psicología. Pertenecer al sistema SUAyED de la UNAM no es tarea fácil, requiere de un enorme compromiso, disposición para el estudio, ser flexible al cambio, desarrollar habilidades en el uso de las herramientas tecnológicas e interactuar con los compañeros en los trabajos por equipos. A los desvelos (causa de esta remembranza).
Todo ha valido la pena, me siento orgullosa de mi crecimiento académico y personal, de ser universitaria y de tener un futuro prometedor contrario a lo que se esperaba en el pasado para personas que cumplen 50 años.
Empieza la etapa de preparación, libros, apuntes, surgen las primeras dudas ¿Tengo la capacidad para lograrlo? ¡Es más difícil de lo que pensé! Cuando publican los resultados mi alegría no tiene límites ¡Soy parte de la comunidad universitaria de la UNAM!
Alguna vez en un curso me preguntaron que cómo me visionaba en 5, 10 y 15 años y mi mente emprendió un viaje al futuro donde con el actual estilo de vida no era nada prometedor, una vida con exceso de trabajo, cansada y solo esperando la jubilación sin trascender, ni compartir la experiencia en la industria y específicamente con la comunidad laboral.
autorregularme. Adaptarme a las exigencias de los tutores que con cada actividad, me llevan a conocer la aplicación de las diferentes áreas de la psicología. Pertenecer al sistema SUAyED de la UNAM no es tarea fácil, requiere de un enorme compromiso, disposición para el estudio, ser flexible al cambio, desarrollar habilidades en el uso de las herramientas tecnológicas e interactuar con los compañeros en los trabajos por equipos. A los desvelos (causa de esta remembranza).
Todo ha valido la pena, me siento orgullosa de mi crecimiento académico y personal, de ser universitaria y de tener un futuro prometedor contrario a lo que se esperaba en el pasado para personas que cumplen 50 años.