Boletín SUAyED ABRIL | Page 8

si yo creo que me puedo enfermar, entonces haré cosas para prevenirlo, en cambio, si creo que no me va a pasar, muy probablemente tendré conductas de riesgo.

Sin embargo, la evidencia empírica ha demostrado que a pesar de tener creencias favorables a favor de la salud, no necesariamente implica que las personas tengan un comportamiento saludable. Ante esta discrepancia, se propone que no sólo se debe generar un cambio de tipo cognitivo, sino que se debe centrar en los hábitos de comportamiento y en el entrenamiento de habilidades conductuales orientadas a que las personas aprendan cómo enfrentar la situación y cómo cambiar su manera de actuar a favor de la salud; con base en ello, por ejemplo, una persona recién diagnosticada con diabetes, no basta con que crea que alimentarse sanamente ayudará a su salud, sino que se requiere, además de ello, un entrenamiento para que pueda regular su comportamiento, o cómo decir que no, cuando se le ofrece comida en alguna reunión.

Aunado a lo anterior, no basta sólo con modificar cogniciones y conductas; sino que también se debe considerar el contexto bajo el cual las personas se encuentran, ya que de esta manera se tiene una mejor comprensión sobre qué lleva a una persona a tener conductas de riesgo o prevención y analizar cómo otros contextos y personas pueden influir en el comportamiento. En el caso particular de los entornos carcelarios, cómo promover el uso del condón en relaciones sexuales, si probablemente no hay disponibilidad o accesibilidad a ellos, o la pareja dice que no quiere usarlo.

De esta manera, como se puede observar el psicólogo de la salud debe intervenir, tanto en el cambio de creencias y comportamiento, pero considerando el contexto bajo el cual se encuentran para impactar en la promoción de la salud y la reducción de la enfermedad.

Por lo que es necesario, en el caso particular de los entornos carcelarios conocer las características demográficas de la PPL, así como los principales problemas que enfrentan, para que con base en ello se puedan generar programas de salud acorde a sus necesidades; por ejemplo, se caracterizan por tener una escolaridad igual o inferior a la educación básica, principalmente primaria; en el caso del consumo de sustancias, en su mayoría consumen drogas ilegales, como marihuana, cocaína, heroína, éxtasis, entre otras y es mayor la prevalencia de infección por VIH.

intervenciones y dar las herramientas necesarias para que la PPL pueda hacer frente a su medio, tanto a nivel de institución, compañeros y familia.

Como se puede observar la PPL presenta múltiples problemáticas que deben ser atendidas; en el caso particular del área de la psicología de la salud, se debe promover la calidad de vida de la personas modificando sus creencias y hábitos de comportamiento para evitar, por un lado que se enfermen, y por otro lado, en aquellas que ya lo están mejorar su calidad de vida. La experiencia en investigación, nos ha permitido identificar al menos dos grandes áreas que deben ser atendidas por haber mayor prevalencia, consumo de drogas y conductas de riesgo sexual.

Aunado a lo anterior también presentan mayores problemas escolares y familiares que la población en general; por ejemplo, deserción escolar, maltrato en el hogar, detenciones, riñas, inicio de actividad sexual a edades más tempranas y un estado general de salud más deteriorado. En el caso de mujeres privadas de la libertad, mayor abandono por parte de sus familias y exclusión social. Asimismo, tanto hombres y mujeres tienen una visión más estereotipada que dificulta el cambio en su comportamiento. El identificar estas características y saber qué elementos se deben considerar en la intervención para promover la salud, serán un factor que ayude a mejorar las intervenciones y dar las herramientas necesarias para que la PPL pueda hacer frente a su medio, tanto a nivel de institución, compañeros y familia.

Como se puede observar la PPL presenta múltiples problemáticas que deben ser atendidas; en el caso particular del área de la psicología de la salud, se debe promover la calidad de vida de la personas modificando sus creencias y hábitos de comportamiento para evitar, por un lado que se enfermen, y por otro lado, en aquellas que ya lo están mejorar su calidad de vida. La experiencia en investigación, nos ha permitido identificar al menos dos grandes áreas que deben ser atendidas por haber mayor prevalencia, consumo de drogas y conductas de riesgo sexual.

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Evolución de un concepto.