Boletín SUAyED 45 aniversario | Page 19

La variedad en la matrícula estudiantil, en donde tenemos alumnos de entre 17 y 60 años de edad, con formación de bachillerato y hasta de otras licenciaturas y doctorados, genera dentro de las aulas mayores posibilidades al momento de revisar cada tema. La experiencia laboral y de vida de todos ellos ha servido como apoyo para el aprendizaje de sus compañeros, nutriendo las sesiones y el trabajo de todo el grupo.

En mis años de trabajo dentro del SUAyED, he visto con orgullo la titulación y graduación de muchos alumnos que tuve el gusto de conocer en su primer semestre dentro de la licenciatura. Alumnos que varían en edad, formación, ubicación geográfica, situación socioeconómica, pero no así en el empeño que han puesto para concluir sus estudios y realizar su sueño de convertirse en psicólogos y con ello apoyar al desarrollo de sus comunidades, sus espacios de trabajo, su formación profesional y personal.

Recuerdo con cariño a muchos estudiantes que tuvieron la confianza de solicitar apoyo en cuestiones que aparentemente muy básicas, y que han tenido que desarrollar diferentes habilidades sin importar su edad, para enfrentarse al reto que implica el uso de la tecnología como mediación de su aprendizaje, además de enfrentarse al ‘mito’ de que “aprender a distancia es muy fácil y requiere poco tiempo”. Alumnos dispuestos a aprender más allá de los contenidos de cada módulo, a aprender sobre programas, aplicaciones para sus teléfonos, para sus equipos; y por otro lado, a aprender el cómo enfrentarse a la situación de buscar escenarios para realizar estancias y prácticas, establecer contactos con instituciones de sus comunidades cercanas, implicando buscar en muchas ocasiones a personal de diferentes sectores gubernamentales, lo que implica vencer la timidez y la inseguridad, al sentirse respaldados por la UNAM, la FESI, el SUAyED y sus profesores.

Aquí es donde no podemos olvidar mencionar las cuestiones éticas, que respaldan el trabajo de nuestra licenciatura. El que nos encontremos a distancia no hace que el alumno pueda hacer las cosas libremente, siempre hay un profesor que revisará y podrá respaldar ese trabajo, no sólo a su nombre sino también de nuestra universidad y nuestro sistema.

He tenido el gusto de ver crecer académicamente a los alumnos de los últimos semestres, donde al enfrentarse a las diferentes prácticas y estancias, desarrollan y potencializan habilidades que muchas veces, no creían tener; del mismo modo, los he observado aplicar los conocimientos que han obtenido a lo largo de la carrera y convertirse en profesionistas y también en colegas, que llevan con orgullo el nombre de nuestra facultad, nuestra universidad y nuestro sistema, poniendo en alto su formación y demostrando que son profesionistas con gran compromiso ético y social.

Es muy gratificante ser testigo y ser parte de la formación de tantos estudiantes que se encuentra ávidos de aprendizaje y con ganas de trabajar y poner en práctica lo que han aprendido. Es un orgullo pertenecer a una comunidad tan comprometida donde tanto profesores, alumnos y cuerpo administrativo muestran día con día un gran empeño en fortalecer a nuestro sistema para poner en alto el nombre de nuestra Máxima casa de estudios.

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