La era del sentimiento
BOLETÍN INFORMATIVO
Si bien es el hombre quien actúa a través de la razón , la voluntad y los afectos , la preponderancia que se le otorga a cada facultad puede variar a lo largo del tiempo . Tras la ambiciosa y fracasada tentativa intelectual emprendida por Hegel se produjo un cierto descrédito de la razón . A su vez , la proclama de Marx , “ ya basta de contemplar el mundo , es necesario transformarlo ”, o el grito del Fausto de Goethe “ En el principio era la acción ”, condujo a un voluntarismo revolucionario y transformador . Sin embargo , el sueño revolucionario de la utopía socialista desembocó en la peor y más cruel de las pesadillas totalitarias . La confianza en la voluntad y sus ímpetus transformadores quedó seriamente cuestionada . Las grandes palabras ilustradas Razón , Ciencia , Revolución , Progreso , ahora las decimos y escribimos con vergonzantes minúsculas .
REFLEXIONES Por Manuel Rodríguez Álvarez
La era del sentimiento
Quizás ha sido este fracaso sucesivo tanto de la razón como de la voluntad lo que ha conducido hoy a un desbordamiento de la afectividad . Lo afectivo empapa y permea de modo omnipresente las mentalidades y las actitudes vitales . Se trata de una afectividad ya no guiada por los criterios de lo verdadero y de lo bueno , sino que ella misma es el criterio tanto de lo uno como de lo otro , incurriendo no pocas veces en un emotivismo desbocado que a lo más admitirá cierta tutela de índole estética . El político ya no necesita argumentar con rigor ni tener un discurso coherente , basta con que despierte simpatía afectiva en su auditorio .
El líder actual ya no necesita leer demasiado ni pensar mucho , basta que suscite corrientes de empatía y sea ingenioso para cautivar , distraer y aparentar . Ya no maneja ideas para convencer , sino procedimientos para agradar . La emoción hace las veces de la evidencia y cuanto más intenso es su impacto más fuerte es la certeza de la “ verdad ” experimentada . Lo espontáneo es el nuevo nombre de lo natural y auténtico y lo que carece de espontaneidad es falso e hipócrita . Lo voluntario es rígido , autoritario y moralizante .
Ya no se trata de educar hábitos , fomentar virtudes intelectuales o morales sino que todo el secreto está en motivar . No es que el niño sea perezoso , es que el profesor y sus padres no han sabido “ motivarlo ”. El amor se ve reducido a un mero sentimiento eufórico y excitante que una vez que se mitigue , no cabe dudar que haya desaparecido . No es una decisión de “ querer quererte ”, un acto libre y reflexivo de la voluntad sino el estar transportado y fascinado por la persona que se ama . Lógicamente , como todo sentimiento , ese sentimiento extático y cautivante no tiene visos de perdurar en el tiempo ni es capaz de orientar una conducta . Los comportamientos , sobre todo de los jóvenes , se han tornado cada vez más impulsivos y por tanto erráticos y cambiantes . Y si la Iglesia recurre a los rocosos y duros datos proporcionados por la psicología y la sociología empírica , inmediatamente se desencadena un plañidero coro de reacciones sentimentales , por su frialdad , dureza , y falta de compasión . Tanto la sociología como la psicología deben desistir de sus investigaciones o al menos silenciarlas para no herir a esos individuos vulnerables que pueden verse afectados por los datos tan duros que acaecen en la sociedad . Habrá que decir , pero sólo en voz muy baja - ¡ no se vayan a herir ! - que el SIDA se contagia con más facilidad entre homosexuales y los promiscuos . El adagio popular “ Dios perdona siempre , los hombres algunas veces , la naturaleza nunca ”, es más sabio que toda esta patraña sentimental y proliferación de mórbida compasión .
Fuente : Jorge Peña
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