Boletín de Negocios OCTUBRE 2009 | Page 8

DN ¿Ética en las empresas? Usualmente al hablar de ética y negocios parecen ser dos conceptos que no combinan y ha existido a lo largo de la historia gerencial una clara tensión entre ambos términos. Para los que entienden ÉTICA empresarial, la ética con mayúscula, las empresas son entes que buscan única y solamente utilidades a costa de lo que sea y pasando por encima de quien sea. Por otro lado a los que entienden ética EMPRESARIAL, empresarial con mayúscula, las empresas solamente deben elaborar “principios” para autojustificar sus propias malas prácticas. En realidad la ética empresarial debe mirarse como un concepto más amplio que sea un factor que contribuya al desarrollo no solo de las empresas, sino de la sociedad en su conjunto. Es un término que se incorpora apenas en los años sesenta en respuesta a grupos ecologistas y de consumidores organizados. Y es hasta 1985 que se incorpora como una disciplina o especialidad en las escuelas de negocios. La ética empresarial en el mundo actual surge de la necesidad de legitimar a las empresas ante la sociedad. Una empresa que no esté legitimada ante la misma seguramente desaparecerá en el largo plazo. De ahí que los temas que aborda la ética empresarial y su razón de ser son: 1. La crisis de confianza, que tienen las empresas hoy en día ante la sociedad 2. La demanda de una mejor calidad de vida tanto interna como externa a la empresa 3. La necesidad de directivos que no solo piensen en el beneficio económico o en los propietarios de las empresas. 7 4. El reconocimiento del poder de las empresas para regular y articular públicamente su actuación. 5. El peso que tiene la opinión pública y la sociedad civil en las sociedades actuales. 6. La complejidad empresarial de no solo pensar en el corto plazo, sino también en largo plazo. Por todas estas razones es por lo que la ética no debe verse solamente desde una perspectiva o saber ético. Una empresa no será ética por el simple hecho de tener una fundación que dona millones de pesos a causas nobles (labor meritoria) si al mismo tiempo explota a sus trabajadores con jornadas extenuantes o bien, no explota a sus trabajadores pero tiene una cultura al interior de la misma de corrupción. De ahí que las empresas deben tener prácticas en tres direcciones: la responsabilidad social de la empresa con su mundo exterior (medio ambiente, apoyo a grupos desfavorecidos, etc.), la generación de una identidad (moral convencional) que educa y canaliza el desarrollo humano para el logro de objetivos legítimos al interior de la empresa, y una ética de la humanidad que afirma la dignidad de las personas y es congruente con los derechos humanos en una sociedad plural. Por ello un modelo completo de ética empresarial que puede ser articulado en las empresas y que va más allá de la responsabilidad social corporativa, es el que se muestra en el siguiente diagrama: