El comercio de bienes y servicios a nivel global atraviesa un momento complicado . Tras la recuperación del crecimiento del volumen de comercio de bienes después de la pandemia de la Covid-19 , la guerra en Ucrania significó otro choque negativo para el comercio global de bienes . Actualmente , a pesar del restablecimiento de las cadenas de suministro globales ( Gráfico 5 ), hay tres factores que siguen haciendo mella sobre las exportaciones globales . Por un lado , las tensiones geopolíticas y el aumento de legislaciones de corte proteccionista , sobre todo entre occidente y el bloque ruso-chino . Por otro , el enfriamiento de la demanda global , sobre todo en el mundo desarrollado , aunque también en China , dada la debilidad de sus importaciones en un entorno de recuperación limitada de la actividad . En tercer lugar , la recesión global en el sector manufacturero está resultando un factor clave detrás del desfavorable momento del comercio de bienes . Con todo , las exportaciones globales de bienes actualmente se contraen a un ritmo del 1 % interanual ( datos hasta abril ).
Esta tendencia de debilidad del comercio lleva ya varias décadas . Se observa ( Gráfico 6 ) que la gran recesión de 2008 supuso un cambio estructural en el comercio global tras cuatro décadas de crecimiento continuado . A partir de entonces , el peso de las exportaciones globales de bienes y servicios sobre el PIB entró en un largo período de estancamiento , que se extiende hasta la actualidad . Este proceso de desglobalización se traduce en que algunos países clave en la escena internacional , como EE . UU ., China o India estén reduciendo su grado de apertura comercial ( medido como la suma de exportaciones e importaciones como porcentaje del PIB ).
Junto con el estancamiento del comercio global de bienes y servicios , la significativa
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