Boletín Confección Colombia - 008 - 10 de octubre de 2019 | Page 6

BATISCAFO Jorge Gómez Gallego Representante a la Cámara por Antioquia ANTE LA SUPERPRODUCCIÓN MUNDIAL, SOLO SIRVE LA PROTECCIÓN. La marca Burberry quemó casi US$ 40 millones en existencias en 2018. Se ha establecido que 12 millones de toneladas de ropa van a los basureros todos los años, estamos hablando de ropa usada, con poco uso y apta para la venta, o nueva, de colecciones no vendidas. Con esas estimaciones, las principales marcas prevén caídas en sus ganancias por US$ 52 mil millones en 2030, con una evidente tendencia a una tasa decreciente de ganancia. En las altas esferas gubernamentales sigue rodando como una especie de verdad revelada la idea de que en Colombia solo es posible mantener el actual modelo económico que, entre otras dañinas disposiciones, ha abierto nuestras fronteras de par en par para todo tipo de mercancías y servicios, además de hacerlo para capitales también de toda índole. A pesar de que el actual Presidente lo prometió en campaña de manera explícita, y que en el Congreso aprobamos dos artículos para proteger la industria de las confecciones, no ha habido fuerza capaz de que la promesa se cumpla, ni de que los artículos que suben los aranceles entren en vigencia. Siguiendo con los datos que evidencian la descomunal superproducción, encontramos que los inventarios de NIKE han crecido constantemente desde el 31 de mayo de 2010 de unos US$ 2.041 millones hasta US$ 5.415 millones a 28 de febrero de 2019. ¡Un 265%! Voy a tratar de mostrar, con unos datos gruesos, cómo la realidad del mercado mundial de las confecciones tiene tal grado de producción excedentaria, que la amenaza de barrer todo el sector en Colombia no es una presunción de aves de mal agüero, como lo quieren hacer ver los voceros del Gobierno, ni las medidas que se vienen adoptando tendientes a “mejorar la competitividad” son las que pueden evitar la catástrofe, que ya no es que se avecine, sino que avanza de manera aterradora. Miremos el caso de uno de los principales comercializadores de confecciones importadas en Colombia, ZARA (INDITEX). Entre 2007 y 2018 duplicó el número de tiendas en el mundo hasta llegar a 7.490 y solo aumentó 37% el monto de la venta por local. Sus puntos de venta crecieron por el ascensor, un 100%, mientras sus ventas solo lograron subir por las escaleras. Todas las cifras entregadas las conoce el Gobierno, sabe lo que a los productores nacionales les está subiendo “pierna arriba” y, sin embargo, la enfermiza proclividad a las imposiciones de los órganos multinacionales de crédito por parte de los designados para trazar la política y su profunda raigambre de vendepatrias, no les permite ver que ante esta realidad, lo único que es sensato aplicar, es un conjunto de medidas de choque que protejan nuestro endeble aparato productivo, en este caso el de las confecciones. Medidas que están inventadas: aranceles, subsidios, tasas de cambio diferenciales, control al contrabando. En fin, cosas inventadas hace siglos por la humanidad y que, como dicen algunos chistosos, “no han pegado por aquí”. Antes de mostrar los datos, quiero reiterar una verdad conocida por todos los que de una u otra forma hemos estado inmersos en la cadena algodón – fibra – textil – confección, y es que cuando hay exceso de producción, la consecuencia inmediata es el cierre de unidades productivas, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. No hay que haber estudiado en Los Andes o en Harvard para conocer esto, que es del ABC de la economía. Y que los ciclos de superproducción afectan en mayor medida a productores de países en las que sus gobernantes no adoptan medidas comúnmente denominadas “contracíclicas”, también es una verdad sabida. Siguen por el mundo esparciendo miseria y proclamando que lo que esparcen es bienestar. Llegará el día en que los empresarios nacionales y sus trabajadores se unifiquen y se sumen a un torrente transformador de la sociedad colombiana. Veamos ahora algunos de los datos: H&M, un gigante del vestuario con 4.700 almacenes, denunció a inicios de 2018, inventarios no vendidos por US$ 4.300 millones. 6