Humor
ANÉCDOTAS La brilladora
Por William Siekavizza Chica
En La Esmeralda existía una brilladora grande que, para manejarla, había que hacer un curso en el SENA. Llegó una empleada nueva y le tocó brillar la oficina de Alirio Gallego, el jefe. Él estaba sentado, y ella dándole a las puertas, los asientos, los escritorios, con la brilladora. Pero Alirio no le dijo nada, por nueva. Yo estaba en la cocina, y me la pillé. Cuando se fue para el Casino a almorzar, la llamé por teléfono, y le dije que hablaba con Alirio. Ella muy asustada, me peguntó qué se me ofrecía. Le dije que si sus compañeras no le habían enseñado a manejar esa brilladora, porque casi me tumba la oficina. Que de todas maneras viniera en la tarde para darle unas instrucciones de manejo.
Efectivamente, en la tarde se presentó a donde Alirio en la oficina, se le paró de frente con las manos en la cintura, y le dijo: don Alirio, aquí estoy para que me enseñe a manejar la brilladora. Alirio, aterrado, le contestó: eso dígaselo a sus compañeras. Y dijo ella extrañada: ¿ Cómo así?... ¿ Pero usted no me llamó? El hombre ahí mismo sospechó quién había sido. Se paró, y se fue para la sala de control … Y me puso a mí a que le enseñara … ¡ Qué sudada tan H. P.!
El permiso
Una vez, que fue Luis Carlos Gómez a hacer unos trabajos a La Esmeralda, me preguntó que con quién se hablaba para traer la familia a pasear allí. Yo le dije que tenía que llamar al Tablazo, al“ Ingeniero” Evelio Reinosa. En verdad, él era el Jardinero y no Ingeniero. Se comunicó con él, lo saludó muy formal y le comentó que tenía muchas ganas de traer a la familia a pasear a ese paraíso, y que si le facilitaba el permiso. Este señor Reinosa era muy serio y cascarrabias. Se le puso bravo y le dijo que respetara, que ni siquiera lo conocía y lo había hecho venir desde las canchas hasta la portería a contestarle la llamada.“ Vuélvanse serios, cojan oficio”, y le colgó. A mi mentó la madre Luis Carlos.
38 Boletín No. 39 / Junio de 2018 Asociación de Pensionados ASOPEN 39