Después de la experiencia del XV Capitulo Ge-
neral vivido en Bogotá el pasado diciembre ex-
periencia de comunión, de búsqueda conjunta
del querer de Dios para nuestro Instituto, nos
reunimos como Equipo de gobierno de la Dele-
gación Padre Luis Variara.
Estamos agradecidas porque el Señor sigue sos-
teniendo y alentando nuestras vidas, la vida de
nuestro querido Instituto, porque sigue actuan-
do en cada una de nosotras, en nuestras her-
manas y comunidades. Nos encontramos tam-
bién con algunas preocupaciones, inquietudes,
preguntas, y con muchos desafíos por delante.
Como en otro tiempo a sus discípulos, Jesús nos
dice hoy a nosotras: “Venid conmigo a un lugar
retirado y descansad un poco”. Es tiempo de
tomar conciencia de la realidad personal y de
abrirse a la realidad de las demás, a la realidad
del Instituto y especialmente de la Delegación
en sus países que la conforman. En esta época
de cambios que vivimos y experimentamos, se
van gestando nuevas irrupciones del Reino de
Dios que requieren de nosotras unas disposicio-
nes concretas desde la contemplación, desde
la voz profética, desde la proximidad al necesi-
tado, desde la Comunidad. Y, como los discí-
pulos, que se toman su tiempo para compartir
entre ellos y con Jesús lo que han vivido, tam-
bién nosotras, nos reunimos para compartir ex-
periencias, iluminarnos mutuamente, fortalecer
nuestros vínculos y programar nuestro caminar.
En el capítulo General XV hemos empezado un
nuevo reto en el Instituto.
Hoy estamos, avanzando en el camino que ini-
ciamos todas, pero no deja de ser también un
nuevo tiempo, pues el Espíritu, la Ruah de Dios,
hace nuevo cada momento si le dejamos el es-
pacio. El proceso de cambio sigue también en
nuestra Delegación, porque el mundo en el que
vivimos continúa cambiando, y nosotras mismas
también estamos cambiando. El cambio es un
proceso, tiene sus tiempos, su ritmo, y requiere
una transformación personal que nos lleve a im-
pulsar una transformación institucional y social.
Dejando atrás la inercia de las cosas sabidas, por
muy buenas que sean, estamos llamadas a se-
guir buscando con honestidad y fidelidad tratan-
do de descubrir las pequeñas semillas del Reino
en los lugares donde estamos, colaborando para
que broten, crezcan y den frutos, pues lo real-
mente importante es escuchar las llamadas de
Dios y responder a ellas desde nuestro Carisma
Salesiano Victimal, mejorar la vida, hacer crecer
la comunión y la fidelidad creativa, apasionarnos
con el Reino y facilitar para que el Espíritu acon-
tezca con mayor plenitud en el Instituto.