BOLETÍN MÉDICO No. 36 • Octubre. 2016 | Page 18

Noticias institucionales Testamento, un acto de responsabilidad Por: Lourdes Contreras Rubio* ¿A usted le gustaría que alguien más eligiera el color de su próximo auto? o ¿acaso quiere dejar en la decisión de otro el destino de sus siguientes vacaciones?.. La respuesta más sensata es un rotundo no. Para nadie, absolutamente para nadie es grato que otra persona tome las decisiones por nosotros. Sobre todo, aquellas que son más valiosas. Entonces, ¿por qué correr el riesgo de que al morir, sus bienes -logrados con el esfuerzo de toda la vida- se queden en manos de alguien que usted no eligió? ahí está la relevancia de realizar un testamento y definir con tiempo, con toda tranquilidad, con total conocimiento de nuestros afectos en manos de quién queremos que esté nuestro patrimonio. A los mexicanos nos gusta hablar de la muerte con sentido del humor pero tomar el tema con seriedad nos cuesta trabajo. Tal vez sea la superstición lo que impide adquirir un servicio funerario en vida, un espacio en un panteón, una cripta y también hacer un testamento. Pero no tener estos servicios -que tarde o temprano todos necesitaremos- condena a las familias a pagarlos más caros cuando ya se está en medio de la emergencia. En el caso de un testamento, no tenerlo puede ocasionar confrontación familiar, costosos pleitos legales y, peor aún, división familiar permanente. El Colegio Nacional del Notariado Mexicano recomienda que los testamentos se realicen de manera formal, es decir, a través de un notario, pues afirman que un documento escrito de puño y letra es actualmente inválido. ¿Quién puede hacer un testament