BOLETÍN MÉDICO No. 36 • Octubre. 2016 | Page 15

Noticias institucionales La relación médico-paciente Dr. Bernardo Tanur Tatz Director Corporativo de Calidad Médica del Centro Médico ABC Es bien sabido que los primeros intentos de curación del ser humano se remontan a la prehistoria. Cuando había dolor se utilizaban los medios al alcance, que aunque primitivos e incipientes, muchas veces eran lo suficientemente efectivos para quitar el dolor o la hemorragia, como el calor, el frío, el fuego, la tierra y algunas plantas. Nadie duda de los progresos que la tecnología ha proporcionado a la medicina, pero ni los medios modernos, pasados o futuros podrán sustituir la relación médico – paciente. El ejercicio de la medicina con profesionalismo, ética y humanismo consigue con mayor éxito, frecuentemente, la restitución de la salud física y mental. Entre los muchos que se dedicaron a curar en la antigüedad, la historia destaca a Hipócrates, quien dejó enseñanzas invaluables a través de sus aforismos, que son hasta la fecha de gran valor para la medicina. Por el contrario, si la relación médico - paciente se torna distante, con obligada limitación de tiempo, burocrática e impositiva por dueños, técnicos, empresarios y todos aquellos ajenos a la sensibilidad, filosofía y carisma del que ejerce con amor y vocación el arte hipocrático, la medicina se deteriora, se deshumaniza y se mercantiliza. Desde entonces, la necesidad de comunicación directa entre el médico y su paciente es vital y para ello, se debe contar con el tiempo para poder escucharlo. En la época de Hipócrates, escuchar era la base fundamental de la relación médico – paciente y así comprender su enfermedad. La era en la que vivimos exige obtener mayores ingresos en menor tiempo, lo que propicia que muchos profesionales de la salud ofrezcan un mínimo espacio de consulta sin proseguir al estudio completo e integral del paciente. Sin embargo, a través de los siglos, el tiempo se ha reducido en tal forma, que ahora, en muchas instituciones públicas o privadas, ya no se le otorga la escucha demandante a cada consulta, el tiempo necesario para expresar en fondo y forma sus problemas de salud. Debe existir un mejor sistema, más equilibrado y honesto donde no intervengan los intereses médicos o de las instituciones, sino que se tome en cuenta los intereses del paciente. Es una forma de recuperar la humanización de la medicina y no convertir al paciente en un simple expediente. 15