Las palabras en la historia
Mucílago
Por Álvaro Jiménez Guzmán
Calle de Honor
Germán Jaramillo Olano
“La sencillez de la grandeza”
E
l homenaje al doctor Germán Jaramillo Olano y su familia, estuvo
signado por la emotividad de una especial Calle de honor que los
organizadores del evento idearon por la trascendencia del mismo. La
mayoría de los presentes, ya pensionados, y el actual Presidente de ISA, doctor
Bernardo Vargas Gibsone, en compañía de algunos empleados activos de la
época de Gerencia del doctor Germán, bajo la dirección de José Ángel Suárez, y
la inigualable maestra de ceremonia, Nury Bedoya, acogimos con atronadores
aplausos la llegada triunfal del homenajeado. Ese día sonaron las campanas de
la felicidad por el deber cumplido. Después de cincuenta años de haberse
creado ISA, uno de cuyos pioneros fue precisamente el doctor Germán
Jaramillo Olano, palpita el corazón sin trabajo, como si no hubieran pasado los
años. Sus sencillas anécdotas afloraron como el agua al cántaro. Las palabras
de reconocimiento de quienes presidieron la ceremonia rememoraron una
historia aún presente, que tiene la fuerza de un sol que nace y no muere.
Álvaro Jiménez Guzmán.
Es un tipo de fibra soluble de
naturaleza viscosa. Lo
producen las semillas de
ciertas plantas como la
algarroba, el plántago, el
lino, la chía o mostaza, el
café, entre otras. Cumple
diferentes funciones: ayuda
a la germinación de las semillas—al entrar en
contacto con el agua--, protege a las plantas de
las heridas, ayuda a la dispersión de las semillas,
entre muchas otras funciones. Y tiene
propiedades medicinales: reduce el colesterol,
evita el estreñimiento y otras de importancia
fisiológica.
¿Por qué hablamos hoy de esta palabra, que a
simple vista parece que dijéramos “murciélago”?
Porque se ha descubierto que el mucílago no solo
está para el cuidado de la salud sino también
para el medio ambiente.
El grano del café es una cereza roja, y cáscara, la
capa que lo recubre. Entre esta y el grano, radica
el mucílago, una película transparente y
gelatinosa, la pulpa en el interior de la fruta. La
semilla, lo que se consume luego en el líquido
que gusta tomar, es solo el 40%. El resto, lo que
no se usa, es el 60%, desperdiciándose más de la
mitad del fruto. Y las sustancias dañinas del
mucílago van a parar a las fuentes de agua. Para
descontaminarlas se tendría que limpiar piedra
por piedra de la quebrada con un cepillo. Toda la
toxicidad se aferra ahí y daña fauna y flora.
Pues bien: la propuesta de solución vino
de una familia con una considerable
tradición cafetera, en el municipio de
Andes, Suroeste de Antioquia. En sus
procesos manejan altos volúmenes de
los que se derivan elevadas
concentraciones de mucílago. En 2011,
la hacienda La Arboleda, con una
extensión de 300 hectáreas de café y con
más de un millón de árboles, empezó a
evaluar qué se podía hacer con el
mucílago resultante. Probaron varias
soluciones. Tras hacer el balance de cada
inconveniente, descubrieron una
materia prima muy rica en antioxidantes,
polifenoles, peptina, ácido clorogénico y
cafeico. Se probó en varias
aplicaciones—repostería, heladería,
bebidas--, y finalmente seleccionaron el
camino de las bebidas, por ser la forma
más fácil y rápida de que los
consumidores puedan adquirir los
antioxidantes necesarios para el
organismo, con un mercado que crece
globalmente.
Así, la hacienda La Arboleda acabó
siendo la única finca en el mundo
certificada por Rainforest Alliance para
el uso del mucílago. Con su nuevo
producto el +Vital, contribuye con la
salud y con una caficultura que cuida el
medioambiente, una de las premisas de
esta empresa cafetera.
(Fuente: El Colombiano, octubre 16, 2017,
y otras fuentes bibliográficas).
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Boletín No. 38 / Diciembre de 2017
Asociación de Pensionados ASOPEN
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