Blablerías Nº 20 - Enero 2017 | Page 12

* 12

CONTAME UNA HISTORIA

por Rubén Juárez

por

Cuento

BF: Sé que este año dictaste en la Librería La Nube un Seminario sobre libros que tratan la Historia Argentina. Dentro de la más moderna LIJ, ¿cuáles son los autores que más te han impactado?

LB: Acabo de leer, de Liliana Bodoc, El rastro de la Canela. Es un libro de ficción dentro de la Historia que incluyo en mis seminarios. Otro libro, que tiene pocos meses de edición, es Los que volvieron de Márgara Averbach, otra excelente escritora que toma el tema de la dictadura militar. De María Teresa Andruetto, hay libros para adultos como Lengua Madre que también puede ser leído por un adolescente. Libros cuidadosamente omitidos en muchas instituciones que tratan siempre de evitar temas conflictivos.

BF: ¿Cómo ves el futuro de la LIJ en Argentina?

LB: Se han ido afirmando los autores que tienen temas vinculados con la cuestión social, que son los que han obtenido premios internacionales. No es casual que María Teresa Andruetto, con una literatura tan jugada, haya obtenido el premio Hans Cristian Andersen en 2014. Eso significa que nuestra LIJ no está sola, sino que el mundo va eligiendo, para los niños y los jóvenes, libros que los hagan pensar.

BF: Me gustaría que agregaras algo especialmente de la Narración Oral y, en especial, de la dedicada a la LIJ.

LB: A mí me parece que la Narración Oral es un camino hacia el libro. Me parece que debería haber en las escuelas más espacio institucional para que la narración pudiera ingresar incluso con mayor frecuencia y no solo en ocasiones especiales. La NO debería ser una herramienta permanente de formación de lectores en la escuela, y eso no está ocurriendo todavía. Los niños van a escuchar narradores orales a algún lugar, pagan una entrada y escuchan a un narrador, pero en las escuelas no hay una puerta abierta, por lo menos que yo tenga conocimiento. A mí me parece que ahí tendría que haber un cambio importante. Por ejemplo, en el Plan Nacional de Lectura

-que lamentablemente ha sido levantado por el nuevo Ministro de Educación- se había incluido autores, pero no narradores, lo cual me pareció siempre un horror. Mientras Claudio Ledesma, narrador y amigo entrañable, se desvive buscando subsidios para armar las Jornadas de LIJ y convocar narradores, desde el gobierno (el actual y el anterior), no hicieron nada para que los narradores tuvieran un lugar más cuidado y pago (sobre todo pago, porque narrar es un trabajo). Me parece que todavía no tienen un cuidado sobre la profesión del narrador, y yo creo que es indispensable en la vida de los niños y los adolescentes. La idea de que solo se cuenta a los más chiquitos es un absoluto error, y yo creo que hay que contarles cuentos a los niños, a los adolescentes y a los adultos. En las escuelas para adultos que son para aquellos que no pudieron hacer la primaria en su momento, también tendría que haber narradores. Porque la narración empuja la puerta hacia el libro de una manera mucho más eficaz que cualquier discurso que diga “Leer te hace bien”.