BITACORA REVISTA | Page 21

construido, el llanto fue constante, pero Yohan siempre estuvo ahí, la pie del cañón apoyándola, dándole su voz de aliento, al igual que para él era difícil, ambos era demasiado jóvenes. Laura con 18 y Yohan con 20 años. Recibir esta noticia fue algo muy traumático para ellos, la familia de yohan fue quien primero se dio cuenta de la noticia, fue duro sobre todo para su papá, quien siempre soñó que su hijo formara una familia, se casara y de ahí vinieran las bendiciones, pero pronto el apoyo fue innumerable. Se llegó el día de su grado como docentes y todo eran preparativos, Laura andaba un poco pensativa, preocupada, no sabía cómo contarle a su mamá que estaba embarazada, pero tampoco quería dañar la fiesta y dejar de sentirse orgullosa por su logro, por ello asistió a la graduación muy bonita, bien maquillada. Todo el mundo sabía lo que le pasaba, menos su mamá, cuando dijeron su nombre ella ingreso al salón, cruzo por la alfombra roja y todos los asistentes al evento se fijaron solo en su estómago, ella sentía muchos murmullos y comentarios, pero el rostro de su madre expresaba orgullo y Laura no podía romper esa felicidad. Llego el mes más feliz del año, la navidad, una época donde se disfruta en familia, la madre de Laura estaba de vacaciones y hacia planes de irse a vivir con sus dos hijos a la ciudad donde según ella está el progreso y pronto Laura conseguiría un trabajo como profesora; aún no se atrevían a dar la noticia, aunque Yohan siempre fue insistente en contarle con el fin de minimizar su sufrimiento. Todas las noches se la pasaba en vela, llorando, sin saber que decir, como actuar, como vestirse, que comer. Pasaron los meses y cuando estaba a punto de cumplir su quinto mes de gestación, una pregunta y una respuesta contundente irrumpió la paz y la tranquilidad de la casa: ¿Laura, yo porque veo las mismas toallas higiénicas en el baño?, respuesta: ma, es que yo estoy embarazada, el sentimiento de culpa reino en la habitación, todo fue lágrimas, tristeza, un