BITACORA revista lista | Page 5

tener lágrimas en los ojos frente a la pérdida de un ser querido. Fue ahí cuando mi madre toma las riendas de la nueva constitución familiar, una señora de tan solo 30 años con dos hijos: Laura de 14 y Santiago de 8, pero que desde ese entonces ha sido una mujer de admirar, llena de esperanza, de sueños, metas y dando lo mejor de sí para su hijos. Por ello observado todas las fotografías de mi infancia quiero traer a colación la siguiente, puesto que me recuerda una fecha muy importante para mí como católica y al mismo tiempo una celebración en la que pude compartir con todos los miembros de mi familia. Mi primera comunión, ese sacramento católico que se celebra en la infancia, tenía alrededor de 10 años, mi familia hizo un gran esfuerzo para llevar a cabo esta festividad, puesto que esta ameritaba gastos y yo siempre soñé con tener una fiesta con un vestido blanco y pomposo, globos, regalos, torta, helado, comida, por ello los ahorros de algunos días fueron destinados para tal fin, ya que la felicidad que sentí al ver todo materializo, fue un verdadero placer para mis padres. En la fotografía estamos mi mamá, mi papá, mi hermano y yo y fue tomada al lado del padre que celebro la eucaristía en la que recibí por primera vez el cuerpo de cristo, ya que mis padres desde pequeña me enseñaron el valor que tiene Dios en mi vida a seguirlo y tener fe. Evocar esta fotografía me trae un olor a felicidad, inocencia, amor, me remueve un sentimiento de humildad, de disfrutar de las pequeñas cosas, al observarla tengo un sentimiento de gratitud hacia mi familia.