BITACORA revista lista | Page 20

Laura no se sentía muy bien y no era precisamente por los dulces que se había comido ese día, sino que algo en su salud estaba fallando y ellos en medio de su ingenuidad nunca pensaron que pronto una noticia cambiaría el rumbo de sus vidas. Por ello Laura le pidió a Yohan que compraran una prueba de embarazo, solo por descarte, por sentirse un poco mejor y de pronto por su preocupación no alterar su ciclo menstrual, al realizar esta la prueba dio positinegati, es decir no se marcaron las dos rayitas, sino una y media, por un lado sentían tranquilidad, pero algo del más allá decía que era mejor estar 100% seguros. Laura siguió experimento un cuadro de síntomas que afectaban su adecuado desarrollo, mareos y vómitos constates, hasta que decidieron asistir donde un médico quien por protocolo después de narrar los sucedido envió unos exámenes además de una prueba de embarazo, para de esta forma determinar y diagnosticar su enfermedad. Cuando pasaron al laboratorio el bacteriólogo dio la orden de recoger los exámenes al día siguiente, las horas fueron eternas, el día se convirtió para ellos en una interminable conversación de culpas y responsabilidades, aun eran muy jóvenes para ser padres, ¿Cómo se lo diré a mi mamá? era la mayor preocupación de la joven, pues su mamá siempre se ideo una vida en la ciudad al lado de sus hijos, donde la palabra nieto no cabía en su vocabulario y donde era muy prematuro pensar en esos temas. Al siguiente día, al salir de estudiar, ambos se dirigieron al laboratorio clínico, antes de ello el joven le prometió a la joven que frente a cualquier resultado ella siempre iba a contar con su apoyo, al ingresar y preguntar por los exámenes literalmente estas fueron las palabras del profesional: “niña los exámenes aún no están listos, pero hay una pruebita de embarazo y es positiva”, su mundo se desplomo en pedacitos, Laura quería despertar de ese sueño, pero era su realidad, la que ella había