II
He notado como mueren los sueños
en la sonrisa agria que nace en los buses,
y mira,
en serio,
estoy cansada,
no logro desenredar
esta inmensa obscenidad
que siempre confundo con el amor.
Niña muerte no sé si la soga que trajiste
es para cazar el sol,
o para llevarme a ese sueño
que se hace agua bajo la tierra.
III
Esta tierra negra e infértil,
o aquellos pasos que confunden
la distancia con los poemas,
si la composición química del hombre
proviene de un cementerio estelar
y no del amor de Dios,
entonces
valdrá la pena llorar entre los astros.
Bien,
quémame sueño de estrella muerta,
de risas alegres que van a milenios sobre segundo,
y deja tu sonrisa agónica en mis moléculas ciegas.
Qué alegría,
mi vida,
estrella etílica,
se evapora tan rápido
que es imposible detener los recuerdos.
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