BIPOLAR FANZINE (segunda edición) | Page 5

Nadie sabe por qué me pongo violenta cuando las ranas tocan el tambor. ¿Será la alineación de los planetas o la brújula sin meridiano que no ostento en mis rincones de silicio? Nadie sabe por qué cruzo el puente al revés y torturo a los conejos hasta que confiesen o salten al precipicio con un poema en el cuello. Nadie sabe por qué cogí un cuchillo y quise atravesar la yugular de Mr. S con un tajo perfecto, ni por qué en un pestañear se firmó la paz en los estuarios. Nadie sabe si queda miel en la cocina o si las moscas se siguen haciendo las mismas preguntas al escuchar un llanto en el tejado. 4