Pero si mantienes tu boca cerrada, nadie sospechará nunca el origen de
tu poder , y no sabrán lo que estás haciendo.
Hoy en día, siendo un reconocido referente en el arte de la seducción, me
encuentro con ciertas situaciones mediáticas en donde se cues onan mis
métodos, y la enseñanza de ellos.
Y ante esas críticas hay algo que nunca olvido: Toda mi vida fui un perro
faldero… Hasta que un día, sumido en la humillación más profunda, decidí
renunciar a mi papel de víctima.
Y les demostré a todos que si me lo proponía, podía conquistar a la mujer
que yo merecía. No tenía que contentarme con las sobras que otros
hombres descartaban.
Yo podía apuntar más alto, mucho más alto.
Y tú también puedes hacerlo!