En la adolescencia ya les dicen constantemente a las lectoras que deben verse
perfectas para poder atraer a los hombres. Creando una obsesión por la
belleza que las impulsa a comprar todo lo que el mercado ofrece.
Maquillajes, perfumes, vestidos, accesorios, tratamientos capilares, cremas
para la celulitis y demás.
Sin embargo, tú y yo sabemos que nosotros preferimos otra cosa…
De hecho, si las revistas de chicas dijeran lo que realmente nos atrae,
probablemente nadie las compraría.
Y lo mismo hacen los medios con los hombres.
Nos bombardean con imágenes de hombres apuestos,
con relojes y autos costosos, atléticos y rodeados de
mujeres fascinadas con su encanto.