BIG LIFE Magazine BIG LIFE Magazine Edition N°5 - May | Page 26
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EDWARD SNOWDEN
EXISTEN MUCHOS DISCURSOS QUE LLEVAN A LA REFLEXIÓN, ALGUNOS OTROS INCLUSO A
LA ACCIÓN, Y UNOS POCOS A UN VERDADERO CAMBIO DE ACTITUD Y ESTILO DE VIDA.
Pero este del que vamos a hablar puede que
incluso te quite un poco el sueño.
Deberíamos de estar todos conscientes del
cambio que provocó la llegada de internet en
nuestras vidas y la manera en que entendemos
ahora el mundo y cómo nos relacionamos con
él. Lo que parecía ser la democratización de la
información, una noticia bien recibida, acla-
mada y laureada, al parecer se ha convertido
en una peligrosa herramienta que, usada a
favor de unos cuantos, atenta contra lo más
íntimo de nuestras vidas: nuestra privacidad.
Y es que ya no solo es evidente lo expuestos
que estamos al compartir nuestro día a día en
las redes sociales: lo que vemos, lo que come-
mos, con quién estamos, en dónde e incluso
a qué hora. Somos cifras, estadísticas, com-
portamientos de gran valor para las marcas,
para sus estudios de mercadotecnia, para invi-
tarnos a consumir más; somos como ratones
de laboratorio en un mundo capitalista. Pero
es lo que no sabíamos que se hacía con nues-
tra información lo que puede provocar cierto
desagrado, pánico incluso.
Edward Snowden, ex–técnico de la cia,
denunció en el año 2013 al gobierno de los
Estados Unidos de América por los progra-
mas de espionaje que llevaba a cabo en contra
de todos los ciudadanos de su país, de ciu-
dadanos de otros países e, incluso, de gober-
nantes de otros países a través, sobre todo, de
sus teléfonos móviles. Acceder a sus correos
privacity we live in a digital era for which we completely ignore the game rules
which exposes the most precious thing in our lives: our privacy. information is
power. but how much do we know? > There are many discourses that invite reflec-
tion, while others call to action and, a few, for a true mentality and lifestyle change.
The one I´m about to tell you about might even take your sleep away. We all should
be conscious of how internet changed our lives, along with the way we understand
and intract with the world. What at first was a well–received and acclaimed news and
seemed to be the democratization of information, has become a dangerous tool that,
in the wrong hands, could undermine our privacy. It´s no longer about our sharing our
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electrónicos, a sus bibliotecas de fotografías,
a su ubicación en tiempo real, a la cámara e
incluso al micrófono –aún estando apagado
el aparato– era la estrategia que el gobierno
americano había logrado perfeccionar y que
era práctica habitual de sus programas de es-
pionaje, escudándose en un estado de defensa
antiterrorista.
Snowden, refugiado actualmente en Rusia,
fue la fuente que presentó datos y documen-
tos a medios de comunicación para hacer pú-
blicas estas prácticas. Y advirtió que «aunque
no estés haciendo nada malo, estás siendo vi-
gilado y grabado».
Este discurso inspira una obra de teatro, es-
trenada en Londres en el año 2014 para des-
daily life in social networks, we have become statistics of immense value for brands
and their marketing studies to make us shop more. We are the lab rats of the capitalist
world. However, it is what we didn´t know was done with our information that can
cause disgust or even panic. The ex–CIA analyst, Edward Snowden, blew the whistle
on the United States government back in 2013, revealing several global surveillance
programs, including against its own citizens and foreign leaders, performed mainly
through their phones. They could Access your emails, photo gallery, real–time location,
microphone and camera, even when the device was turned off. Something they had
perfected and did in a regular basis, under the pretext of fighting terrorism. Currently