PABLO SOLARI
Nace en Buenos Aires, el 13 de Abril
de 1953, en el seno de una familia de
inmigrantes italianos, Lucca, Italia. Es
educado en las tradiciones y cultura
italiana. A los cuatro años de edad
descubre su vocación artística, luego
concurre a un taller de plástica infantil,
hasta los 13 años de edad (ya allí
reproducía clásicos) y decide entonces
no copiar más y dedicarse a su forma-
ción en forma autodidacta.
Estudia a los Clásicos, sus biografía
(para comprender él porqué de su
pintura), diferentes escuelas, pero no
ve nada contemporáneo o reciente
para no tener influencias. Estudia
además dibujo animado, publicidad,
historietas y muchas técnicas más,
pero se esmera en el estudio de las
sombras y los reflejos, de la anatomía
y los gestos de las personas.
Toma como su gran Maestro a Giotto,
pero también a Rafael (en su pincela-
da), Miguel Angel (en su libertad
cromática), Van Gogh (en el movi-
miento), Fra Angélico (en lo sintético),
Fattory, Fortuny, a los muralistas
mexicanos Rivera, Orozco y Siqueiros.
Es marcado por Pio Collivadino a los 8
años de edad al ver “La hora del
almuerzo”.
Sus temas los toma de la realidad,
pero busca el por qué de las situacio-
nes, las elabora mentalmente, hasta
que ve su obra claramente en su
mente, luego pinta directamente, sin
bocetos ni dibujo previo, pues esto es
para el copiar. Toma aquí la idea de
Miguel Angel, donde él decía que la
escultura estaba dentro la piedra, y
Solari lo vé como que hay que sacar el
blanco de la tela o el papel, para
encontrar la obra, por ello no utiliza el
blanco puro.
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Tiene su propia regla cromática, en
base a la descomposición de los colo-
res, no piensa en un color compuesto,
sino en los primarios que lo forman,
realiza las mezclas directamente sobre
la tela, no utilizando nunca colores
puros, sino que les dá siempre algún
toque de otro color, para ir llevando a
los colores que lo circundan. También
como forma compositiva. En lo cromá-
tico su idea es la de “jugar a inventar
colores”.
En lo compositivo, también tiene sus
propias reglas, lleva a todos los perso-
najes a primer plano, todos rodeados
de luz, que se vea todo, recreando el
sentido de la imagen actual, la Alta
Definición, dónde se debe apreciar
todo, hasta el menor detalle. Como
juego compositivo utiliza los instru-
mentos del artista, los ojos y las
manos, para indicar direcciones hacia
donde debe ir la mirada del observa-
dor.
Se define como REALISTA INTE-
RIOR, busca reflejar el interior del
hombre y no su exterior, al pintar cada
personaje se mete dentro del mismo,
como en un diálogo, viendo los que
padece, lo que goza, sus sentimientos
y allí lo representa en sus expresiones.
Busca que el personaje dialogue con el
observador.
En su Realismo Interior, con sus pro-
pias reglas cromáticas y compositivas,
sin reglas al fin, y al pintar directamen-
te sobre la tela en blanco, sin bastidor
hasta definir el tamaño, considera
haber logrado la Absoluta Libertad
Creativa, de este modo puede decir
con firmeza que “Pablo Solari pinta
como Pablo Solari”, pues todo surge
desde su interior, sin condicionamien-
tos, sin lineamientos, sin modelos, y
nada frente a él, sólo la tela en blanco
y su interior.