Destino del Mes
Por si esto fuera poco, Holbox tiene un regalo adicional: la
ocasión de lanzarse al agua y convivir con el pez más grande del
mundo (hasta 15 metros de largo); pues entre los meses de
junio y septiembre existe la posibilidad de nadar con el tiburón
ballena y encontrarse cara a cara con él. Afortunadamente, este
tiburón no incluye en su dieta más que plancton, algas y krill, así
como pequeños crustáceos y peces, por lo que el encuentro no
implica riesgo alguno para el visitante.
En la isla hay embarcaciones que pueden llevarte a los islotes
cercanos. Debido a que toda la zona está dentro del área
natural protegida conocida como Yum Balam, el visitante se
encuentra con cientos de aves que vuelan libremente:
flamencos, gaviotas, garzas y muchas especies más. Otra
maravilla que no se debe dejar de visitar es el ojo de agua
Yalahau, un oasis de agua dulce ubicado entre los manglares,
al que sólo se puede llegar en bote.
Si hablamos de cocina, quien visite Holbox se llevará una grata
sorpresa, pues la isla es conocida por sus diversos platillos
preparados a base de langosta, como la hamburguesa de
langosta, una rica ensalada de mango con langosta, o la ya
famosa pizza de langosta. Además, Holbox ha sido sede de la
Muestra Gastronómica Internacional evento que congrega a
personalidades gastronómicas y a los más sutiles amantes del
buen comer, que son capaces de apreciar los toques caribeños
en los más sofisticados platillos de talla internacional.
Pero la diversión no acaba al anochecer, pues en la zona
centro, e incluso ahí, sobre la playa, existen algunos bares que
aunque pequeños, brindan un excepcional ambiente a la noche.
Por supuesto que hay una gran cantidad de hoteles en Holbox,
que si bien presentan diferentes estilos, conceptos y tarifas,
tienen en común la armonía que procuran con el entorno.
Existen desde rústicas cabañas y construcciones de estilo
caribeño, hasta edificios de inspiración minimalista.
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