Considera tus prioridades
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Con el fin de año y el ritual de las 12 uvas podrías sentir
la necesidad de establecer una gran cantidad de propósitos para todos los aspectos de tu vida. Esto puede
resultar contraproducente, porque dividirá tu esfuerzo
en diferentes áreas. En realidad, conseguirás con mayor
facilidad tus propósitos si te enfocas en un solo objetivo por mes. Tu mente está hecha para que adquieras un
hábito después de 30 días de repetir una actividad, por
lo que si te enfocas en un propósito definido para cada
mes y lo realizas religiosamente, al final de esos 30 días
ya habrás dado un paso definitivo hacia tu meta anual.
Por ejemplo, si tu meta es ahorrar para un viaje en familia,
tu propósito mensual podría ser eliminar el monto que
dedicas a la comida chatarra en tu vida cotidiana. Hacia
el final del mes, te harás hecho de un hábito que sin duda
te ayudará a alcanzar tu objetivo anual.
A finales del año, todos experimentamos un deseo renovado de fijarnos objetivos y metas para el ciclo por comenzar.
Para mediados del año, muchos ya nos hemos dado por
vencido y olvidado esas metas que nos inspiraron nuevos
entusiasmos algunos meses antes. Para que no te pase
eso y alcances los propósitos que te trazas, sigue estas
sencillas recomendaciones.
Concéntrate en el proceso,
más que en el resultado
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Al pensar en tus metas, es normal que las definas con términos como "comprar
tal auto", "correr un triatlón" o "hacer un viaje en familia". Esas son metas
válidas y factibles para un año, pero si te enfocas demasiado en el objetivo,
puedes dejar de disfrutar el proceso. Durante los primeros meses del año,
es más importante crear los hábitos que te conducirán a conseguir el resultado
establecido: es mejor concentrarte en el proceso y no tanto en el destino.
Si te esfuerzas por dar los pasos necesarios, al final del año te darás cuenta de
que has alcanzado tu propósito, ¡prácticamente en automático! Así, es mejor
enfocarte en "comer saludable" y "hacer ejercicio todos los días" que en
"bajar determinada cantidad de peso".
Tiempo de previsiónado
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Al establecer tus metas, estudia los periodos más propicios del año para
realizar determinadas actividades. Esto te permitirá prever los riesgos y amenazas
que podrían presentarse, así como establecer planes alternativos para enfrentarlos.
Por ejemplo, puedes adquirir tus vuelos con anticipación y aprovechar las
ofertas de viajes en temporada baja. Para esto se requiere una planeación
anticipada. ¡No improvises en tu desarrollo personal y familiar!
Lleva un control
de tu progreso
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No te hagas ilusiones, no conseguirás tus metas si no las
evalúas con frecuencia. Dedica unos minutos cada semana
a revisar en qué medida cumpliste con tus compromisos,
si te estás acercando a la meta anual y qué puedes hacer
durante la semana siguiente. Esta revisión podría parecerte
un poco engorrosa, pero si la llevas a cabo desde principios
del año, pronto la habrás convertido en un hábito más. Sólo
así sabrás con toda seguridad si estás avanzando hacia
tu meta, si estás dando los pasos adecuados y qué tan
cerca estás cada día de alcanzar tus propósitos.
¡Ánimo, a trabajar!
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Todo suena muy bien en teoría, pero es irrelevan te
mientras no comienzas y te subes al ring. Toma en
cuenta que el entusiasmo que trae consigo el inicio del
año puede irse diluyendo con el tiempo. Si en algún
momento te encuentras alejado de tus propósitos,
distraído de tus metas u olvidando tus prioridades,
conviene hacer un paréntesis para volver a enfocarte
en tus metas. Si pensaste que la felicidad era cosa de
unos minutos, tendrás que reflexionar y reconocer que
las cosas más valiosas de la vida exigen un esfuerzo.
¡Pero ánimo, verás que vale la pena cuando al final del
año hayas conseguido todas tus metas!.
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