16 | berberana | noviembre de 2018 PERTSONALA
Alonso Granados, bodeguero en México y
vendimiador en Baños de Ebro
Juantxu Martínez
Estas vendimias me encontré con
una conexión entre Rioja Alavesa y
la zona vitícola de Baja California
en México, y de forma más exacta
de Baños de Ebro y la ciudad de
Ensenada. Es una conexión viajera
y se llama Alonso Granados, un bodeguero
que tiene raíces vinícolas a
ambas orillas. Estuvo con nosotros
en Radio Rioja Alavesa y nos contó
sus aventuras en el mundo del vino.
Alonso Granados estaba en los
últimos cursos de su carrera de
Derecho en México capital cuando
al volver en unas vacaciones navideñas
a su casa en Ensenada, en el
estado de Baja California se enteró
de que su padre se había hecho con
un rancho (una finca) en el que entre
otros cultivos y animales había
unas 20 héctareas de viñedo. Su padre
invitó al enólogo encargado de
convertir en vino las uvas de aquellos
viñedos, “aquel hombre hablaba
con pasión de los vinos y decía
palabras como maloláctica, que me
sonaban extrañas”.
Al volver a sus estudios comenzó
a darle vueltas al asunto de los viñedos,
“en seis meses saqué lo de un
curso entero y me vine para Rioja,
diciendo en casa que venía a realizar
un Master de Mediación, pero en
realidad me había matriculado en
la Universidad en Logroño en Enoturismo”.
La explicación de venir a
Rioja surgió por eliminación “tuve
la opción de ir a Estados Unidos,
pero era muy cerca para cuando se
descubriera el engaño. Entre Fran-
Alonso
Granados es
un bodeguero
que tiene raíces
vinícolas a
ambas orillas
del Atlántico,
entre Rioja
Alavesa y la
zona vitícola de
Baja California
en México.
cia, Italia y España me decidí por
la zona de Rioja por unos vinos que
probé”.
Al ir concluyendo el Master de
Enoturismo presentó el curriculum
en varias bodegas y pensó en realizar
el Camino de Santiago, “como
quien dice sólo llevaba andados unos
kilómetros cuando recibí la llamada
de Eusebio Santamaria de Bodegas
El Fabulista en Laguardia con la
proposición de ponerme a trabajar
de forma inmediata”. Durante un
tiempo compaginó el trabajo en Laguardia
con los estudios, pero el gusanillo
del mundo del vino no cesaba
y se matriculó en Enología y Viticultura,
en esa facultad conoció a Iker
Martínez de Baños de Ebro, “hice
amistad con Iker que me invitó a visitar
la bodega de su familia, Altún.
Allí se me abrió otro mundo cuando
me propusieron trabajar con ellos”.
El tiempo fue pasando, ocho
años, Alonso estaba cada vez más integrado
en nuestra comarca, “cuando
mi padre me propuso volver a
casa con el proyecto que tenía para
la bodega, le dije que tenía que ahorrar
y él me dijo que me adelantaba
el préstamo”. Allí puso en marcha
Decantos un proyecto de bodega que
juega doblemente con el nombre,
“es una zona con cantos de piedra,
pero además la bodega está diseñada
de tal forma que no se utiliza ningún
tipo de bombeo para mover el vino”.
El planteamiento de su proyecto
fue desde el principio enoturístico,
“esperaba que pasara un tiempo
para vender vino en bodega, pero
nos hemos visto sorprendidos con la
acogida”. Tanto es así que ya planea
la construción de un hotel en formato
de cabañas independientes,
“serían unas treinta y cinco, pero lo
haremos con tiempo”. Nos habló de
que en Baja California se produce el
95 % de todo el vino en México y que
manejan “hasta ochenta variedades,
la influencia de los monjes que por
aquí estuvieron en varias misiones
se deja notar”. Lo que también
se nota es la conexión con Altún,
“vengo siempre que puedo, aprendo
mucho de la pasión por este trabajo
que tiene esta familia”. La conexión
llega hasta tal punto que el padre de
la familia de Bodegas Altún, Josean
Martínez, fue el encargado de cortar
la cinta de inauguración en Bodegas
Decantos en la ciudad de Ensenada,
Baja California.
Guía
Gastronómica