BAUTISMO de deseo y emergencia A LOPEZ ORDOÑEZ | Page 9

muere por la fe de Cristo sin haber recibido el Bautismo, (mártires). • Este BAUTISMO, como el DESEO DEL BAUTISMO, produce los frutos del BAUTISMO sin ser sacramento. (1258). «A los catecúmenos que mueren antes de su Bautismo, el deseo explícito de recibirlo... les asegura la salvación que no han podido recibir por el sacramento» (1259). «Cristo murió por todos... y ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido solo por Dios... todo hombre que ignorando el Evangelio de Cristo y su Iglesia... , puede ser salvado, pues se puede suponer que habrían deseado el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad.» (1260). • «En cuanto a LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO, la Iglesia solo puede confiarlos a la misericordia divina... que quiere que todos los hombres se salven (1Tm 2, 4) y la ternura de Jesús con los niños que le hizo decir: «Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis» (Mc 10, 14), nos permite confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo ...» (1261). Y ese «camino de salvación» ¿no podrá ser la presente oración que Nuestro Señor nos enseña en este documento, cuando hay 80 millones al año de niños que son abortados, y otros (x) millones que mueren de hambre, guerras, enfermedad y eventos? ¿No podrá ser esta revelación privada una ayuda que Nuestro divino Redentor le ofrece a estas víctimas mártires de estos últimos tiempos, como justicia y compensación a no haber podido llegar a nacer, y morir injustamente, procurándoles la unión beatífica con Dios directamente en el cielo, con estas oraciones que «producen los frutos del Bautismo sin ser sacramento»? (1258). R. P. Rahner, teólogo del Vaticano II, dice: «Las revelaciones privadas no son un lujo para la Iglesia, son un imperativo que dice cómo debe comportarse la Iglesia en una situación histórica dada»: lo cual está de acuerdo con el Catecismo I.C.: «La revelación privada no mejora o completa la Revelación definitiva de Cristo, sino que la ayuda a vivir más plenamente en una cierta época de la historia.» (67). Al Magisterio de la Iglesia y al sentir de los fieles (sensus fidelium) les corresponde discernir... pero mientras sí y mientras no, aquí está el documento para quien desde la fe, quiera tomar y practicar estas oraciones a modo de Bautismo de deseo y emergencia. a gozar de Dios y Nuestra Bendita Madre, la cual en algunos momentos me ha animado a perseverar en estas oraciones, a saber: 1º. Una vez que dejé de practicarlas por falta de tiempo y tener demasiadas oraciones que hacer, la Madre me avisó a través de una persona en éxtasis (17-1-96) diciéndome: «Hijo mío, escucha mis Palabras, porque quiero que lleguen a tu corazón... Hay muchos hermanos que necesitan Bautismo, Bautismo no solo hijo mío, de agua, también de Amor y de Fe». Esto fue para mí una confirmación más de la autenticidad de este documento, pues ¿tal persona no me conocía de nada y nadie sabía si yo hacía esta oración o no. 2º. En otra ocasión, el (29-1-97) del mismo modo, me dijo: «¡Sigue hijo mío! ¡Sigue haciendo la corona de ángeles a Mi alrededor..., sigue formando esa corona de almas pequeñas que tú atraes hacia Mí, y que forman Mis delicias! ¡Sigue caminando y no te canses!» 3º. El 11-12-99 un sacerdote le recomendó a una tercera persona que practicaba estas oraciones, no las hiciera, (lo cual causó en tal sujeto una pérdida de la fe en esta revelación privada, además de los muchos niños que TESTIMONIO Desde 1988 hago a diario estas oraciones para bautizar a los niños que mueren sin Bautismo, haciendo lo que dice Nuestro Señor en el documento; y al decir el nombre, tomo el contador del Santo Rosario y digo o pienso tres nombres de corta pronunciación por cada cuenta, por ejemplo: Jesús, María, José, y paso una cuenta, Jesús, María, José, y paso otra cuenta, etc. ..., así paso un contad or entero de Rosario (55 cuentas) en un minuto, que multiplicado por tres, son 165 nombres. De esta forma doy varias vueltas al contador del Rosario según el tiempo que puedo dedicar a esta oración, con lo que consigo que cientos y miles de niños-as que han muerto sin ser bautizados ese día, vayan sus almas al cielo