INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
Durante la década de 1990, etapa expansiva del paramilitarismo, las grandes masacres marcaron la irrupción de este grupo armado en un territorio. Después de estos hechos, los perpetradores continuaron ejerciendo la violencia sobre la población civil mediante otros mecanismos y prácticas. En este sentido, con la masacre como modalidad obtuvieron una reputación de violencia que se reafirmaría en la cotidianidad con otras modalidades menos visibles, pero constantes y generalizadas: asesinatos selectivos, masacres pequeñas y desapariciones forzadas. Así mismo, los paramilitares incorporaron decisivamente el recurso a la sevicia en sus acciones de violencia y con ello amplificaron su potencial de humillación y daño. sembrar el terror contra el enemigo. En El Placer nosotros hacemos sentir la organización, como se dice. Entonces era en las incursiones, cuando se abría zona, era dejarlos tirados, no desaparecer, eso sí lo dijo él:“ Todos déjenlos tirados para que la guerrilla las crea”, la de El Placer fue así. 43
Si bien las grandes masacres no fueron los hechos violentos más reiterados en el conflicto armado( representan una de cada diez masacres), su ocurrencia en coyunturas específicas contribuyó enormemente a forjar una reputación terrorífica de los actores armados con la que sustentaron su poder.
Las masacres pequeñas son más comunes que las grandes masacres, y por lo tanto más representativas de la modalidad. Dichas masacres, junto con prácticas como los asesinatos selectivos, fueron la modalidad más recurrente entre los paramilitares para mantener o construir un orden territorial. En efecto, la mayor parte de las masacres paramilitares documentadas por el gmh registran entre 4 y 6 víctimas( es decir, 880 masacres, que equivalen a un 75,5 % del total acopiado para el periodo 1980-2012). Esta manera de operar refuerza la tendencia antes descrita de invisibilización de la violencia.
Por otra parte, en la mayoría de regiones la ejecución de masacres grandes( con más de 10 víctimas) marcó la irrupción de los grupos paramilitares en el territorio o el arrasamiento de las poblaciones, en aquellos lugares donde se disputaba el dominio de la zona con las guerrillas. De las 158 masacres de grandes dimensiones registradas entre 1980 y 2011, 111( 70 %) fueron perpetradas entre 1996 y 2004. Al respecto, en el caso de El Placer, Putumayo, Carlos Mario Ospina Bedoya, alias Tomate, quien participó en la incursión, menciona la orden de exponer los cuerpos de las víctimas para marcar el territorio:
Las órdenes exactas en el año 1999, cuando yo ingreso en septiembre, cuando ya ingresamos a El Placer, pues él [ Antonio Londoño Jaramillo, alias Rafa Putumayo, jefe paramilitar ] siempre decía que ya lo que era incursiones, incursiones como la que se hizo a El Placer, sí era dejarlos ahí [ los cuerpos ] para
Figura 4. Evolución de número de masacres en el conflicto armado en Colombia, 1980-2012. Fuente: gmh, base de datos de masacre del conflicto armado en Colombia( 1980-2012).
En el periodo 1988-1992, las grandes masacres fueron verdaderas expediciones para castigar la movilización social y rechazar el éxito político de la izquierda, en particular de la Unión Patriótica y el Frente Popular. 44
43. Versión libre del postulado Carlos Mario Ospina Bedoya, alias Tomate, 15 de marzo del 2010, Bogotá. Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía. gmh, El Placer. Mujeres, coca y guerra en el bajo Putumayo( Bogotá: Taurus / Semana, 2012), 150. 44. Sobre el surgimiento de estas organizaciones veáse capítulo 2.
50