Por Víctor Hernández
Plata dorada
El combinado canario acaba segundo el
Nacional Infantil masculino por Autonomías
tras ceder en la final, por un punto, ante
Madrid
Siempre se ha dicho que el peor puesto para
acabar un campeonato, una vez alcanzadas las
semifinales, es el segundo. Sin embargo, hay
platas que tienen color dorado. Y éste es el caso
de la medalla que se colgó la selección Canaria
en el Nacional por Autonomías, que a pesar de no
ser de oro por un punto, sí que estaba bañada por
ese metal para los aficionados de la Islas.
El combinado Infantil masculino demostró ser el
mejor equipo del campeonato (entendiendo bien
la diferencia entre equipo e individualidad), y sólo
Madrid, un conjunto al que había derrotado en la
primera fase, fue capaz de acabar un partido por
delante de ellos. Pero no por tener mejor equipo o
entrenador, sino por contar con un jugador, Luka
Doncic, imposible de frenar y que tiene en su
mano el futuro más esplendoroso del baloncesto
europeo. Bien haría el Consejo Superior de
Deportes en concederle desde ya la carta de
naturaleza.
Una actuación para el recuerdo de un combinado
que, a buen seguro, dará muchas alegrías al
baloncesto del Archipiélago. Un equipo del que
sentirse orgulloso, después de completar casi su
primer entrenamiento conjunto en la jornada
inaugural ante Galicia. Cinco triunfos y sólo un
revés. Un segundo puesto en el podio con un pie
en el primero. Una escalera hacia el cielo con un
peldaño en el infierno. Una plata dorada.