Primer y tercer periodo
coronan al Náutico
Por Itamar Barreto
Tenerife Baloncesto eligió el
peor día para romper su racha
victoriosa. Desde noviembre
de 2012, que cayó en
Agüimes en la primera
jornada de liga regular, el
grupo de Ruymán Delgado no
sabía lo que era perder. Una
marcha intratable en la que se
incluyeron dos triunfos ante el
Náutico, verdugo que puso fin
a la imbatibilidad tinerfeña en
el último choque de la
temporada.
El equipo de Carlos Aguilar
saltó a la pista apoyado en el
lema de que a la tercera podía
llegar la vencida. De esta
forma, los nautas desplegaron
su mejor juego en un primer
periodo en el que su rival
jugaba atenazado por los
nervios de no fallar a los cerca
de 500 aficionados que le
espoleaban.
Tras
unos
primeros minutos de tanteo y
poco acierto en ambas pistas,
llegaría una de las muchas
jugadas
que
podrían
señalarse como importantes
para
el
desarrollo
del
encuentro. Roberto de la
Rosa, capitán y hombre clave
para el Tenerife baloncesto,
es
sancionado
con
su
segunda
falta
personal,
situación que lo manda al
banquillo. Los de Carlos
Aguilar
aprovechan
el
desconcierto local y, en
apenas un minuto, consiguen
un parcial de 0 – 10 que
obliga a Ruymán Delgado a
parar el partido.
Las
indicaciones
del
técnico no surten efecto
sobre la cancha, pues el
desacierto en ataque
impedía
reducir
diferencias
en
un
electrónico que al término
del primer cuarto reflejaba
una ventaja considerable
para los visitantes (12 –
24).
Tenerife Baloncesto no
estaba viendo aro con la
facilidad de otras veces, lo
que
les
obligaba
a
emplearse
con
más
insistencia en su defensa.
Así lo entendieron en el
segundo cuarto, dando la
vuelta al choque gracias a
un gran trabajo defensivo
que dejaba al Náutico en
seis puntos.