Un junior de bronce y
ecológico
Levon Kendall es canadiense y de sangre
irlandesa. Sus padres fueron fieles al
movimiento ‘hippie’ y su devoción por el piano,
la naturaleza y la comida sana es extrema.
Estudió Antropología en la universidad y es
asiduo escritor en su blog de historietas de su
vida llena de viajes y aventuras. De su
juventud resalta la única medalla júnior -fue de
bronce- de su país en un campeonato. Aquel
se disputó en el vecino EEUU.
Los elefantes de marfil
Allá donde el rey de España disfruta, allá en
Botsuana, matar a un elefante es una
posibilidad palpable por 37 mil euros.
Elefantes, viejos, abuelos, padres de los
padres… para Oriol Junyent y Bernard
Hopkins cualquier peyorativo es válido si se
mira su DNI para jugar al baloncesto de élite.
Junyent, de 36 años, juega casi 20 minutos por
partido y ha sido capaz de anotar 11 puntos,
capturar 9 rebotes y repartir 4 asistencias.
Hopkins, de 39, aporta un relevo de garantías
por ocho minutos. El marfil de estos elefantes
es impagable. No hay rey que los condene ni
37 mil euros que los mate. Ellos son ACB.
La esperanza viene de
América
Sin curiosidades ni rodeos: Levon Kendall es
un peligro. Si no lo fue nunca, este año, este
Kendall, ha comenzado imparable. El
canadiense fue el máximo artillero de la
pretemporada (19,2 puntos) y ha sido
primordial en el fantástico inicio de su equipo.
A Manresa le recetó 24 puntos y a
Fuenlabrada le demostró que sin grandes
alardes (9 puntos y 8 rebotes) es determinante
(con él en pista su equipo tuvo un balance de
+14). Kendall es un junior de bronce y
ecológico, pero también es una amenaza.
William Buford y Robbie Hummels son la
esperanza de talento del cuadro gallego. El
primero es una estrella universitaria que el
‘draft’ relegó al olvido. Buford es anotación
exterior formada en la prestigiosa Ohio State;
Buford es 14,5 puntos de media en NCAA. Por
su parte, Robbie Hummel es un ídolo de la
Universidad de Pardue. No por popularidad,
sino por números: 16,4 puntos y 7,2 rebotes.
Hummel arrastra una lesión que no le ha
dejado debutar, mas su potencial puede
convertir a su club en algo más que un
aspirante al descenso. Buford y Hummel son la
esperanza
venida
desde
América.