Basket Marcha 2012 6 diciembre, 2012 | Page 4

1 El Canarias de la verdad -Hace tanto que no siento una victoria, hijo… hace tanto que casi lo he olvidado Por Fran Rodríguez Escribe la literatura periodística y gritan los ecos desde Badalona que allí el Canarias fue un mentiroso. Sin tapujos: un equipo con doble cara, un yin-yang canario, una noche oscura y un día claro de cualquier verano. Una escuadra que hacía una cosa y luego otra, un quinteto que a veces luchaba por ganar y otras tantas por evitar el ridículo. Un héroe con villano incorporado, un Doctor Jekyll a su Míster Hyde siempre pegado. Esos hombres de la mentira y la verdad cayeron ante el Joventut por 92-81. Cuentan que mintieron en 20 minutos. En ese tiempo, el Canarias fue una defensa nula, un ataque maltrecho y una excusa para que Corey Fisher recordara sus días de baloncesto callejero, sus 105 puntos en el Harlem. El americano era una pesadilla para el cuadro de Alejandro Martínez, que convulsionaba herido de muerte antes casi de empezar a vivir. El 7-6 inicial fue un oasis que los verdinegros quemaron con una defensa a pista completa, una facilidad en el rebote pasmosa y un ataque de vértigo. El parcial iba directo a la yugular: 18-2 (25-8). Así, con sangre y con saña, se esfumó el primer cuarto (33-13). El Joventut de esos dos cuartos parecía aquel equipo que con Ricky y Rudy iba sin pausas y con prisas. Sin embargo, cualquier semejanza es pura casualidad. A este Joventut lo comandaban dos jugadores lejos de aquellos: un americano del Bronx y un base sin pelo que tiene los mismos años que la Constitución. Fisher y Oliver eran los referentes, si bien el primero era el depredador insaciable, con 20 puntos al descanso. Ni los periódicos daban noticias de ese Canarias empequeñecido. Nadie, ni la Wikipedia. Tan sólo la estadística se dignaba a balbucear que los canarios llegaban a las 10 pérdidas y que habían anotado un solitario triple. El marcador al descanso era más descriptivo: 61-36.