Basket Marcha 2012 6 diciembre, 2012 | Page 12

Roberto Guerra vuelve a ser el referente El escolta grancanario se está convirtiendo, poco a poco, en el jugador que quieren imitar los canteranos Por Miguel Peñate A pesar de haber llegado por la puerta de atrás, Roberto Guerra, gracias a su trabajo, se está haciendo un hueco en la primera plantilla de la entidad de la Vega de San José. En un principio, el jugador del año 1983 iba a defender los intereses del LEB Plata, pero las lesiones en el primer equipo hicieron que Pedro Martínez lo reclamara y que le fueran haciendo varios contratos de 15 días. Pablo Melo está echando en falta a Roberto en sus filas, ya que el rol del isleño era el de ejercer de líder de este conjunto, pero todo el mundo, en la estructura deportiva amarilla, se alegra de esta segunda oportunidad de un alero que ha dado muchas tardes de glorias a los aficionados que acuden al Centro Insular de Deportes. Su buen hacer en los entrenamientos y su sobriedad cada vez que salta al parquet se han traducido en que el máximo responsable amarillo le esté dando mucha confianza. Y no sería de extrañar que el grancanario se hiciera con una plaza en lo que resta de temporada. Con el paso de las jornadas, Roberto se está ganando en la pista una mayor cantidad de minutos. Su versión defensiva está siendo muy buena, y ahora sólo le falta adquirir la confianza necesaria en ataque para volver a convertirse en uno de los referentes amarillos. Sus ganas han hecho que cada vez que salta a la pista, el público se vuelque con él. Esta circunstancia hace que el jugador salido de la cantera del Salesianos, y que también militó como canterano en el ‘Granca’, se sienta como un niño con zapatos nuevos con esta oportunidad de estar de nuevo en la élite. Las últimas campañas para Guerra han sido complicadas porque las lesiones no han sido su mejor aliado, pero en esta campaña parece que todo ha cambiado y que está recuperando el punto físico que le hizo marcar diferencias en un pasado no muy lejano. En Gran Canaria se echa en falta, desde su marcha, un referente salido desde las categorías más pequeñas, y por ello el jugador que está a punto de cumplir los 30 años puede volver a ser el espejo en el que se miren las jóvenes promesas que tratan de aprender día a día y cuyo sueño es llegar algún día a jugar en la Liga Endesa con el club de su Isla.