El Canarias detonó la “Bomba”
Los aurinegros aguantaron hasta que tras el descanso apareció la figura del mejor
JC Navarro
Por Fran Rodríguez
Casi todos los inventores de algún tipo de
bomba tienen un premio Nobel y/o están
muertos. La atómica, la de hidrógeno o la
de neutrones. Todos sus creadores son
eminencias. En el Palau Blaugrana, hay
una bomba que lleva 15 años
inventándose a sí misma. Se deja la
barba, se la afeita, se la vuelve a dejar y
se la recorta. Su aspecto es lo de menos,
pues esta bomba parece eterna. No acusa
los años y sus efectos son tan
devastadores como cualquiera. En la
quinta jornada de la ACB, el Canarias
detonó ‘La Bomba’. Su inventor y la
bomba al mismo tiempo; no estaba
muerto, ni de parranda, ni tiene un Nobel,
pero, a la quinta jornada, Juan Carlos
Navarro explotó.
El Canarias lo detonó, lo obligó a explotar.
Lo hizo por su descaro, por su ausencia
de complejos, por su amor a correr y su
táctica de matar o morir. Levi Rost le gritó,
le retó, le dijo que apareciese. Y casi
desde Michigan clavó cuatro triples que
recorrieron toda la gama de colores.; y el
Canarias ganó el primer cuarto (23-24).
El Palau veía el holograma de la derrota
ante Valladolid y tan sólo Ante Tomic
parecía poner oposición. Paradojas del
deporte: el jugador con menos sangre
daba oxigeno a su equipo. El Barcelona
aguantó y se agarró a los pies del
Canarias, de las puntas. Así, logró tirar lo
suficiente para, casi asfixiado por el ritmo,
remontar, pero los aurinegros nunca
fueron muertos antes del descanso.
Seguían tan vivos como su capacidad
para el ‘run and gun’, para el correr y tirar
(48-42).
*ACB PHOTO
La defensa con más
puntos
Al Canarias le apuñalan en cada
choque demasiadas veces, 89 para ser
exactos, o lo que es lo mismo: los
canaristas reciben 89 puntos por
choque. Es sin oposición la defensa
que más punto recibe de la categoría.
Su ritmo y su filosofía le permiten estar
entre los diez mejores ataques, pero
los tinerfeños han de elevar su
efectividad defensiva si quieren ser
una escuadra sólida.